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Mensaje pronunciado por el Ing. Ricardo Platt, durante la Reunión de Trabajo con el Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León.

Ciudad de México, mayo 20, 1998.

Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos

Señores Secretarios de Estado

Amigos del Sector Construcción:

Señor Presidente: los industriales de la construcción agrupados en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción queremos expresarle a usted nuestro beneplácito por la oportunidad de estar aquí presentes.

Esta ocasión nos permite manifestarle a usted el más amplio apoyo del sector organizado de la construcción a su política y acciones de gobierno en pro de nuestro país.

A los representantes de las empresas constructoras afiliadas de la Cámara, quiero darles las gracias por constatar la entusiasta respuesta que dieron a nuestra convocatoria.

A todos los aquí presentes, muchas gracias por compartir este acto de unidad.

Quiero aprovechar esta oportunidad para exponer en su representación diversos aspetos que preocupan al importante sector de la construcción.

Contamos con 43 delegaciones en todo el país. Nacida en 1953 con apenas 150 empresarios asociados, su fundación fué un gran logro de esos pioneros a quienes reconocemos su trabajo para crear un órgano de representación y gestión que nos diera unión y fuerza gremial.

Las obras que se han construido en esos 45 años en nuestro país han sido realizadas por empresarios mexicanos. De esa forma, año con año nuestra Cámara que los agrupa, fué participando en el desarrollo económico de México. Consideramos importante reconocer el esfuerzo de nuestros afiliados y la excelencia en las obras, por lo que agradecemos que sea Usted quien entregue hoy, el premio Lieberman a la mejor obra de 1997.

La actividad constructora genera empleos como ninguna otra industria y las obras construidas generan bienestar. Es por eso que la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción, la llamó acertadamente "La Industria del Empleo y Bienestar". Y esta frase se puede completar: como dicen los constructores europeos "cuando la construcción va, todo va", ya que la construcción es un índice de vitalidad en todo país.

En México, de las 73 ramas productivas industriales, 37 son proveedores de insumos para la construcción. El año pasado nuestros afiliados hicieron compras de materiales por más de 24 mil millones de pesos.

Hoy, México vive un proceso muy particular en su desarrollo. Ante una economía globalizada, y un mundo abierto, nuestra industria no esta ajena a diversos ajustes.

De acuerdo a INEGI, a cuyas cifras oficiales me refiero a continuación, el Sector Total de la Construcción creció en 1997 un +10.2%en relación a 1996 y ello es sin duda positivo.

Sin embargo el propio INEGI indica que el Sector Formal de la Construcción, integrado por los socios de CMIC, creció solo el +3.6% en el mismo período.

Esto se debe a que en la crisis de 1995, de la que el país ya se está recuperando, el sector construcción y muy particularmente su sector formal, fue el más golpeado.

Ello se puede apreciar claramente si recordamos que la evolución anual de 1995 a 1997 del Sector Total de la Construcción fue de una contracción del - 23.5%, luego creció al +9.8% y después creció, como decíamos, al +10.2%. En cambio, Señor Presidente, el Sector Formal tuvo una caída mucho mas drástica y recuperación mas lenta, pues tuvo una gran contracción del -46.2%, continuó cayendo en -4.2%, para iniciar el crecimiento del +3.6% citado.

A pesar de lo modesto de esta cifra, lo importante y alentador es que se da el primer cambio de signo anual en la tendencia después de la crisis, tendencia positiva que mucho necesitamos continúe.

Indica también la misma fuente que el Sector Formal de la Construcción está realizando el 53%, en términos reales, del valor de la producción que tuvimos en 1994, con un valor real de la producción similar al de 1990. Para nuestro sector, la problemática económica reciente ha representado un retraso de siete años.

Aunque estas cifras son duras, es mas claro su impacto cuando lo vemos desde el punto de vista de los empleados directamente contratados por nuestros afiliados. En 1994 el personal ocupado promedio, en miles fue de 467, en ’95 bajamos a solo 281. Cerramos en ’97 con 299 mil empleos.

Es decir tuvimos una fuerte caída y afortunadamente nos recuperamos ya a un 64%. Pero no hemos podido recontratar aún 168 mil compatriotas, que tenían un trabajo remunerado en nuestra industria. Esto es algo que mucho sentimos y esperamos tenga vias de solución.

Por todo ello vemos con optimismo el cambio en 1997 en la tendencia de crecimiento del Sector Formal de nuestra industria y esperamos que se le trasmita pronto el mucho mayor ritmo de crecimiento y recuperación que el Sector Total está demostrando.

Desafortunadamente, lo ciertamente necesarios recortes presupuestales de principios de este año han hecho que durante el primer trimestre el Sector Formal presente una contracción de -3.8% con respecto al mismo período de 1997. Esperemos se regrese a la tendencia positiva antes iniciada.

Además de lo delicado de nuestra situación, reflejada en estas cifras oficiales de INEGI, deseamos hacer una reflexión como mexicanos y en el interés nacional. Es precisamente nuestro sector el que construye y mantiene la infraestructura que realizan conjuntamente el sector público y privado del país.

Señor Presidente: los constructores conocemos su preocupación para reactivar la inversion en infraestructura, que es la red de instalaciones y obras de uso público que constituye la espina dorsal de la planta física de un país. Incluye los edificios públicos (como escuelas, hospitales, bibliotecas, oficinas gubernamentales etc.), la red vial urbana, sistemas de transporte público, generación, transmisión y distribución de energía eléctrica y gas, presas y sistemas integrados de riego, agua potable, manejo y tratamiento de aguas residuales, telecomunicaciones, carreteras, aeropuertos, puertos, ferrocarriles etc.

La calidad de la infraestructura de una nación es un índice crítico de la vitalidad de su economía y viabilidad como país. Materializa y concreta en instalaciones físicas los elementos básico de una sociedad civilizada y una economía productiva. Se requiere su adecuada presencia para tener una economía competitiva internacionalmente. Su ausencia o deficiencia, impone una carga inaceptable a la ciudadanía y es un obstáculo para el crecimiento, la competitividad y calidad de vida del país. Creemos que la inversión en infraestructura debe de tener un alto rango entre las prioridades nacionales.

Indican claramente que a partir de 1995, México está invirtiendo en infraestructura la mitad de lo que hacía anteriormente. Obviamente esto se debió a la difícil situación económica que atravesamos. Pero creemos no conviene al país retrasar su inversión en infraestructura. Los países ahora ricos no esperaron a serlo para invertir en infraestructura, sino que invirtieron en ella aún cuando eran pobres y precisamente, gracias a ella llegaron a ricos. Por el bienestar nacional, exhortamos a que se ubique adecuadamente la inversión en infraestructura por los sectores público y privado dentro de una Política de Estado.

Por ello, Señor Presidente, deseamos solicitarle muy atentamente se digne designar un interlocutor del más alto nivel de su administración, que esté involucrado en el quehacer de la construcción del país y la temática de su infraestructura para que junto con él, nos enfoquemos a este trascendental tema.

En otro orden de ideas, el sector público es nuestro principal cliente de nuestro sector, con dos tercios de la producción del año pasado. En este aspecto nuestra relación está regulada por la Ley de Adquisiciones y Obras Públicas. Deseamos manifestar, Señor Presidente, que es sentir generalizado de los constructores y muchos funcionarios el que urge precisar y ajustar varios de sus conceptos, a fin de ejercer mejor el gasto público.

La disminución de obra está teniendo un resultado negativo que además se amplifica fuertemente por las actuales deficiencias de la ley que regula la obra pública.

Especialmente se requieren definir mecanismos mas adecuados para la asignación de obras y evitar inconformidades excesivas en licitaciones, además de varios aspectos financieros, de actualización de precios, simplificación de trámites, etc., que requieren ya una revisión inmediata, con la participación de los constructores y funcionarios de diversas áreas, a fin de lograr que las obras se realicen en tiempo y costo adecuados. Por ello, atentamente solicitamos se inicie el proceso respectivo.

Por otra parte, Señor Presidente, creemos que el recurso humano es el activo más importante del país y lo demostramos con hechos.

Así como nuestra Cámara cumple ahora 45 años, el Instituto de Capacitación de la Industria de la Construcción, ICIC, cumple ya 20 años. Es el organismo privado del país que más capacitación otorga. En estos 20 años hemos dado 160 mil cursos a 1 millón 500 mil trabajadores y continuamos con empeño en esa labor.

Tenemos vigentes más de 5 mil comisiones mixtas, planes y programas de capacitación ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, siendo la industria con mayor cobertura y cumplimiento a nivel nacional.

Es de destacarse que contamos con la participación en el Consejo Directivo de ICIC de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Secretaría de Trabajo y Previsión Social, Secretaría de Educación Pública y representantes de los trabajadores.

A pesar de los tiempos difíciles, seguimos capacitando. Pero para hacerlo se requieren recursos económicos, en nuestro caso, provienen de la aportación que hacemos los constructores al ICIC del 2 al millar de la obra construida. Solicitamos su apoyo para continuar con la retención y entero al ICIC de dicho importe por las entidades públicas, tal y como estaba establecido en el manual de procedimientos para ejercicio del gasto de la SHCP, a fin de facilitar la labor del Instituto.

Además de estas inquietudes tenemos muchas otras igual de importantes, como por ejemplo la vivienda, gran necesidad de los mexicanos; la participación de las empresas extranjeras en la construcción de nuestro país; la exportación de nuestras constructoras al exterior; las obras financiadas Piridiegas, etc. Deseamos incrementar la cercanía con su administración para enfocarnos de inmediato a desahogar estos temas y estar de nuevo pronto ante usted con situaciones resueltas y propuestas positivas adicionales.

Finalmente como constructores y como mexicanos interesados en nuestro país, deseamos hacer un comentario sobre el estado de Chiapas. Nos consta el esfuerzo que su administración está haciendo en la inversión en infraestructura de la entidad para ponerla a la altura del país. En 1997 fue Chiapas donde más crecimiento de nuestro sector se dio, el valor de la construcción creció allí un impresionante 70% en términos reales respecto a 1996.

Hemos tenido ahí en Chiapas un conflicto que nos ha preocupado a los mexicanos por más de 4 años, costando vidas humanas y causando división de grupos sociales y sectores de opinión. Su administración está buscando sistemáticamente el diálogo, la concertación y el respeto al Estado de Derecho en las constantes acciones que toma.

Estamos ciertos que sin dejar de reconocer atrasos sociales y buscando resolverlos, como usted lo hace, es como se puede y se debe resolver este delicado asunto. Exhortamos a las otras partes a asumir esa misma actitud responsable, honesta y abierta para terminar ya con el conflicto en beneficio de nuestro querido México.

Vemos como su administración propone importantes iniciativas de ley para mejorar el país tanto en lo social como en lo económico. Las mas recientes y necesarias de estas últimas incluyen cambios al Banco de México y a Fobaproa, las que estimamos indispensables para actualizar el sistema financiero, sin el cual un país moderno no puede operar adecuadamente.

Señor Presidente: Usted ha estado conduciendo al país a través de una amplia, valiente y decidida serie de cambios; a la modernización en el aspecto económico, político y social, con consecuencias de una mayor democracia, llevándonos a un México mejor. Lo reconocemos ampliamente y estamos con Usted.

Nuestra Cámara, acorde a los tiempos, también ha estado cambiando: en su organización interna, en su mayor dedicación a servir a nuestros afiliados, con mas presencia en el medio empresarial y ante los medios de comunicación, entre otras cosas. Modernizamos nuestro logotipo y cambiamos incluso de nombre. Desde hace más de un año no somos ya la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción, sino, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción. Destacamos con ello los cambios en nuestra organización y llevamos así en nuestro nombre el de nuestro país, que dignamente representamos ante el resto del mundo, donde ahora así fácilmente nos identifican, pues participamos cada vez mas activamente en diversos eventos internacionales, acorde a la globalización de la economía.

Lo que no ha cambiado ni cambiará es el compromiso que los constructores hemos demostrado durante 45 años con nuestro país y con nuestra industria. Cuente pues con nuestro decidido apoyo para seguir construyendo, en lo físico y en los grandes compromisos nacionales, el México que todos anhelamos.

Muchas Gracias.

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