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Ciudad de México,  21 de septiembre de 1999.

Versión estenográfica de las palabras pronunciadas por el licenciado Oscar Espinosa Villarreal, secretario de Turismo

Sectur3.JPG (28332 bytes)Muy buenos días, mi querido amigo, Pedro Strassburger, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción;

Muy queridas y queridos amigos constructores de nuestro país:

Me da mucho gusto estar nuevamente aquí con ustedes. Ciertamente me siento como en casa –así como lo has mencionado, Pedro; además el proyecto de este edificio es de mi suegro, cosa que me hace sentir muy bien, muy orgulloso de él-; pero además de eso, sí es esta –no sé qué numero de ocasión- en la que tengo oportunidad de platicar con ustedes, de cambiar impresiones, ahora en una nueva responsabilidad.

Han sido ya varias las veces en que la vida nos ha puesto a tratar de hacer cosas juntos. Lo hemos logrado antes, y estoy seguro que lo estamos logrando ahora y lo vamos a lograr todavía.

Ahora voy a tratar de explicarme respecto de por qué creo que esta reunión es importante para la industria de la construcción, independientemente de lo importante que es para el turismo.

Por eso he aceptado con mucho gusto la invitación y con mucho interés para sumarlos a ustedes a este esfuerzo que todos los mexicanos estamos haciendo para darnos más oportunidades de empleo, para atraer más divisas y promover el desarrollo regional con el turismo.

Desde que empezamos a trabajar en el sector público, en el estado de México tuve la primera oportunidad de trabajar con la industria de la construcción, en aquel entonces con una gran cantidad de restricciones financieras, nos organizamos los constructores y nosotros; ideamos sistemas que permitían el financiamiento parcial de obras; en donde se financiaban obras a partir de la depreciación de la maquinaria, del diferimiento de las utilidades; en donde pagábamos parte en efectivo, parte con documentos, documentos desde 60 días hasta varios años de vencimiento y con eso logramos redinamizar la industria de la construcción y de la obra pública en el estado y en algunos de los municipios.

Esa fue la primera experiencia, muy exitosa, que tuvieron ustedes los constructores y muy en beneficio, desde luego, de un estado que requería hacer obra con restricciones financieras.

En la comisión Nacional de Valores empezamos a diseñar juntos algunos instrumentos de financiamiento para la industria de la construcción, algunos con más éxito que otros. Pero finalmente vimos que la industria de la construcción tenía una muy buena perspectiva en el largo plazo, si lográbamos incorporarla al mercado de valores. En aquel entonces, con su presidente, coincidimos en una gira en la que acompañamos al Presidente de la República a Japón.

Y viendo aquellas grandes obras y pasos a desnivel y cosas de tres y cuatro niveles, o de esos grandes viaductos, con varios pisos, hablábamos de que solamente accediendo a los mercados internacionales de capital podíamos lograr que se pudieran financiar esos grandes proyectos.

Estando ahí primero y después en Nacional Financiera me tocó acompañar en todo el proceso la colocación pública de la primera gran constructora de México que salía a colocarse en los mercados internacionales, a captar capital accionario, en deuda también; capital que después pudieron captar muchas otras empresas constructoras mexicanas y que estoy seguro que volverán, con éxito, a esos mercados, una vez que vuelva a revitalizarse este sector, como estoy cierto de que habrá de suceder.

En Nafin también; ahí tal vez fue la experiencia que me permitió tratar con más empresas constructoras: micro, pequeñas, medianas en todo el país. Intentar, con diferentes resultados, las alternativas de acceso al financiamiento de la microempresa constructora y proveedora de la construcción, cuestiones que hay que volver a analizar, que hay que rescatar experiencias que se atravesaron y que coincidieron con etapas críticas del país. Pero que, ciertamente en su momento, nos ayudaron a llevar financiamiento a empresas muy pequeñas; a llevar capacitación, asociacionismo, figuras que van a volver a ser –insisto- de un gran interés para la industria de la construcción.

En el Distrito Federal, no se diga: cuando todavía hacíamos obra en el Distrito Federal, cuando hacíamos unos grandes pasos a desnivel y glorietas de Vaqueritos, 60 mil viviendas, ahora llamadas obras de relumbrón, pero que en su momento fueron muy importantes para el desarrollo de la ciudad en las que debo de aceptar y reconocer y agradecer la participación incondicional, solidaria de la industria de la construcción, con el gobierno de la ciudad de México, haciendo toda esa obra que pudimos hacer juntos, ustedes y nosotros.

Ahora, bueno, en turismo, ¿por qué es importante esta reunión con la industria de la construcción, para hablar sobre turismo?

Yo simplemente mencionaría, de paso, algunas cuestiones que me parece es importante dejar apuntadas aquí. Primero, ¿cuánta construcción, cuánta actividad en la industria de la construcción van a generar la construcción de, cuando menos, en el peor de los casos, 50 mil nuevas habitaciones, la gran mayoría de cuatro y cinco estrellas en los próximos cinco años?

¿Cuánta construcción o actividad en la industria van a generar las más o menos 100 mil viviendas que tendrían que hacerse para albergar la residencia de los 100 mil empleos nuevos que van a crear solamente esas 50 mil habitaciones nuevas? No todo lo que la propia industria –como ahora lo voy a mencionar- ya genera y seguirá generando.

¿Cuánta actividad en la industria de la construcción requerirá la modernización, la puesta al día y puesta en valor de los muelles, de los puertos ahora privatizados, de las marinas que se están teniendo que construir a lo largo de todo el país? ¿Cuánta construcción demandará la modernización de las rutas ferrocarrileras del país, que ahora ya han empezado a modernizarse, como lo hemos visto en Chihuahua-Pacífico, Guadalajara-Tequila, no solamente con la construcción, sino con el equipamiento y la renovación del equipo de ferrocarriles, por fin, en nuestro país para beneficio de muchas actividades, entre otras del turismo?

¿Cuánto va a requerir la construcción o qué actividad significará la construcción de, cuando menos, 25 campos de golf en los próximos tres años en el país; cuántos más parques temáticos se van a hacer en los diferentes destinos turísticos de México? ¿Cuánta inversión y actividad en la industria de la construcción habrán de demandar la modernización de los aeropuertos, ahora privatizados también; cuánto va a demandar esto de participación de la industria de la construcción?

¿cuánto requerirán las carreteras, tanto las super carreteras como los caminos de acceso y de conexión, por ejemplo, de proyectos como El Mundo Maya, que han logrado promover una gran construcción de pequeños caminos para poder acceder a los sitios arqueológicos?

Esta va a ser una gran demanda de servicios de la industria de la construcción. Y no estoy hablando todavía de todo lo que tiene que ver con eso; de todo lo que tiene que ver con eso como los hospitales, como las guarderías –como aquí lo hemos señalado- y como muchas otras obras alrededor del crecimiento de la industria turística de nuestro país.

Ciertamente es por eso que esta reunión, ahora, es muy importante para el turismo y muy importante para la construcción. Para el turismo, porque en la medida en la que logremos construir mejor, más rápido, con mejores condiciones financieras, esa infraestructura que se va a requerir para seguir creciendo turísticamente, tendremos un mayor éxito turístico y en la construcción, porque en la medida que sean las empresas –de todo tamaño: micro, pequeñas, medias, grandes-, mexicanas las que participen predominante en este esfuerzo, también habrá una gran oportunidad de negocios, por un lado, lo cual es perfectamente legítimo y, además, muy necesario para la sustentabilidad del negocio turístico y de la construcción y, además, de empleo para una gran cantidad de familias mexicanas.

Yo tengo un enorme respeto por esta industria no solamente por su representación, la cual considero que es francamente de vanguardia, no debe de haber ninguna otra representación empresarial que tenga tantas instituciones a su alrededor de consulta, de asesoría, de capacitación como lo tiene la industria de la construcción. Pero además la respeto por una razón muy importante, porque genera una gran cantidad de empleos en todos los rincones de nuestro país.

Tenemos que cuidar, proteger, fomentar, apoyar, estimular, incorporar y desarrollar a esta gran industria de la construcción. Y creo que en este nuevo México y en este nuevo mundo el turismo, como una actividad fundamentalmente originada en el sector privado y, bueno, muy abierta, la primera tal vez globalizada de todo el mundo, es –creo- una buena forma de apoyar a esta industria con el desarrollo turístico del país.

Ciertamente, nada más en 1999 y 2000 van a abrir sus puertas proyectos que ya han iniciado su construcción, más de 170 de 1998 hasta el 2000, que en total implican inversiones por alrededor de seis mil millones de dólares; muy buena parte de ellos ya abrieron sus puertas durante el año de 1998. En lo que resta de 1999 y 2000 va a haber obra civil, hicimos un cálculo ayer, aproximado, de lo que va a representar de obra civil en lo que resta de 1999 y el año 2000 los diferentes proyectos que todavía están por abrir sus puertas, y estamos hablando de más o menos mil 100 millones de dólares.

Bueno, esos ya se empezaron a construir; no estamos incluyendo aquí nada que no se haya iniciado, que seguramente habrá de ser mucho, según ustedes lo podrán estar constatando en diferentes lugares del país. Y eso quiere decir que nada más esa obra que se va a hacer en lo que resta del año y del año 2000, significan alrededor de 85 mil empleos temporales, precisamente como producto de la construcción, más allá de todo lo que significan los permanentes que, después, habrán de crearse con estas inversiones.

Y todas estas cifras y todas estas posibilidades se derivan de la gran oportunidad que México está aprovechando en el sector turístico. Solamente el año pasado, solamente seis países del mundo recibieron más visitantes internacionales que México; sólo seis países de todo el mundo. Estamos en séptimo lugar; tuvimos alrededor de 20 millones de turistas internacionales.

El turista internacional está definido como aquel que cambia de país cuando menos por 24 horas, que se queda un tiempo en otro país, cuando menos de 24 horas y es ahí en donde genera una gran actividad económica.

En todo el mundo hubo 625 millones de estos turistas internacionales; ellos gastaron el año pasado 450 mil millones de dólares. Y esto a México le correspondió el séptimo lugar, teniendo 20 millones de turistas internacionales y, por primera vez, un ingreso de alrededor de ocho mil millones de dólares, lo que nos ubicó por primera vez en la historia del país, por encima de los ingresos de divisas por la exportación de petróleo. México tuvo ya casi ocho mil millones de dólares de captación de recursos internacionales por el turismo, en ese séptimo lugar.

Somos el lugar número 13 en atención al monto de ingresos que recibimos por esta actividad y, ciertamente, estamos en esas grandes ligas.

Creemos que ahora tenemos que hacer todo lo necesario para seguir en esas grandes ligas, porque lo mejor en la industria turística que ha crecido más de 25 veces en los últimos 50 años, lo mejor de la industria turística está por venir. La industria turística en los próximos 22 años, de aquí al año 2020, va a crecer más de cuatro veces en términos reales. Esos 625 millones de turistas, se van a volver mil 600.

Cuando hablo de que va a crecer más de cuatro veces, es porque ese gasto de 450 mil millones de dólares, va a pasar a ser un gasto de dos millones de millones de dólares de hoy; estoy hablando en términos reales, se va a multiplicar por más de cuatro veces.

Esto es producto de todo lo que rodea al fenómeno turístico. Pero es importante tomar nota de que ahí estamos nosotros en una posición de arranque, francamente muy ventajosa. Tenemos una gran oportunidad.

Si México siguiera en ese séptimo lugar, compartiendo la misma proporción del mercado que hoy nos toca; que no hiciéramos nada para mejorar –que tenemos mucho que hacer y lo estamos tratando de hacer. Pero suponiendo que no hiciéramos nada y ahí nos quedáramos de aquí a esos 22 años, estaríamos recibiendo en ese entonces 50 millones de visitantes y tendríamos ingresos por 40 mil millones de dólares.

Esto es lo que debemos tener en cuenta, ahí está. Si seguimos en esta tendencia, vamos a poder captar esos recursos dentro de 22 años; no es nada, realmente es un tiempo muy corto –nos acordamos fácilmente de hace 22 años-; es muy cerca, pues, lo tenemos a la mano y si seguimos haciendo las cosas mejor y aún como las venimos haciendo, podremos tener acceso a esa gran oportunidad.

Ese es el tamaño del dinamismo que la industria turística está mostrando, y ese es el tamaño de la oportunidad que tenemos los mexicanos.

A todos ustedes les hemos distribuido o les vamos a distribuir un ejemplar del ejercicio de la cuenta satélite del sistema de Cuentas Nacionales; ¿qué quiere decir esta cuenta y por qué sugiero que la Cámara la revise a fondo? Que ustedes, cada quien en su empresa le puedan dar una buena analizada; ojalá invitaran ustedes, Pedro, a los especialistas que la prepararon a darles una conferencia sobre ella, para poderla entender mejor.

Porque es un ejercicio muy importante en donde, por primera vez, contabilizamos de acuerdo a la metodología internacionalmente aceptada, el valor de la industria turística para nuestro país.

Quisimos hacerlo porque, respecto a la industria turística, se habla –a veces- con una gran ligereza, en relación a los presupuestos que hay para promover al país, en relación a la coordinación de las actividades por las autoridades, en relación al mismo sector que frecuentemente se asocia –cuando mucho- con bikinis y cocos con ginebra. Se habla con una gran ligereza sobre esto.

Se considera que es un fenómeno espontáneo que ahí está y que no tiene realmente mayor profundidad.

Y quisimos hacer este ejercicio, porque quisimos mostrarle al mundo y a México lo que quiere decir hoy el turismo para la economía mexicana. Y para la economía mexicana el resultado de esa cuenta satélite es muy interesante.

Si nosotros sumamos lo que se explica por el consumo turístico en relación al PIB y lo que se explica por el fenómeno que de la inversión que se genera a través del turismo, estaríamos hablando de que prácticamente uno de cada 10 pesos del Producto Interno Bruto existe gracias a la actividad turística en nuestro país, el día de hoy. Y es una cifra muy importante.

En España, que todos ustedes y yo la respetamos como un país turistero muy importante, es el 11 por ciento en la proporción de toda su economía. Nosotros ya estamos en el 10; queremos que sea más y al crecer toda nuestra economía, como lo está haciendo, crecerá también el turismo. Pero, ciertamente, ya alcanzamos una proporción muy respetable.

Ya cuando hablemos de sí o no en el turismo, de sí o no en los recursos para esto, de sí o no promoverlo, estamos hablando del 10 por ciento del PIB, estamos hablando del 10 por ciento de la riqueza; difícilmente otra industria genera esa proporción, por sí sola, como lo hace la industria turística.

Porque, además, este ejercicio –ustedes lo van a ver- está vinculado con todos los sectores. Tradicionalmente acostumbrábamos contabilizar la actividad turística como aquella derivada de los hoteles y los restaurantes; ignorábamos que se contratan los transportes, por ejemplo, para ello; ignorábamos el consumo de artesanías, ignorábamos el consumo de productos que se hacen para que el turismo exista; ignorábamos todos los productos agropecuarios que se consumen todos los días en los hoteles de la República Mexicana. Ignorábamos una gran cantidad de fenómenos de gasto, de consumo que no existirían si no existiera el turismo.

Y en esta cuenta satélite por fin lo hemos analizado. Es muy interesante que ustedes lo vean, porque les va a poder dar elementos muy importantes para su toma de decisiones en cuanto a la promoción de negocios en ciertos lugares y en ciertos sectores. Creo que será muy interesante que puedan ustedes revisar esto y que lo puedan aprovechar a cabalidad; desde luego, la oferta para que en cualquier caso quienes lo han realizado, puedan explicárselo a ustedes.

Esta cuenta satélite nos dá otros datos interesantísimos. Uno, por ejemplo, de ellos es el hecho de que un millón 700 mil empleos directos, asalariados, con todas sus prestaciones, hoy se explican gracias al turismo.; alrededor de cuatro millones y medio más indirectos, también vinculados con la actividad. Y no estamos tomando en cuenta en este millón 700 mil a todos aquellos que teniendo un buen nivel de ingreso no tienen, sin embargo, un ingreso fijo: los guías de turistas, los artesanos que casi de eso dependen plenamente, pero no tienen ese salario fijo, esa prestación y por esa razón no están considerados en el millón 700 mil.

Pero un millón 700 mil cabezas de familia, de los cuales más de la mitad o personas que tienen una influencia decisiva en el mantenimiento de su familia, de los cuales más de la mitad son mujeres menores de 25 años; muchas de ellas, madres, nos indica, lo que quiere decir en beneficio de la población mexicana la existencia de la industria turística. De todas las edades, además; en este caso, los guías de turistas más apreciados y reconocidos son personas de la tercera edad.

En este caso, los más serviciales, meseros que podemos encontrar en la Riviera Maya son muchachos que tienen, además, un nivel de calificación laboral suficiente para ese puesto, pero que no requiere de un mayor esfuerzo, quiero decir de algo que no podamos hacer.

Hoy en día, los hoteles que se están construyendo en la Riviera Maya se están construyendo por muchachas y muchachos que vienen de otros estados de la República a trabajar en la construcción del hotel y en el transcurso de la construcción son entrenados para ser después los meseros, garroteros, las camaristas, la gente que va a trabajar en el hotel.

De manera que una industria que tan rápido puede incorporar a alguien en un trabajo formal, calificado, es una industria que vale la pena atender con mucho interés como es éste.

Pero el dato más importante que encontramos en esta cuenta satélite y que a mí me parece que ha sido lo que ha hecho tomar conciencia, de golpe, inclusive, por ejemplo, al Congreso de la Unión para aprobar, por unanimidad, medidas de apoyo a la industria turística ahora, ha sido el hecho de comprobar que el salario medio de la industria turística es 30 por ciento superior al salario medio de la economía mexicana.

Crear un empleo en el sector turismo, hoy, es crear un salario 30 por ciento mejor remunerado que el promedio de la economía. Y esto es algo muy importante.

Además, nos ha demostrado esta cuenta, por ejemplo, que de toda la actividad turística, de todo el consumo que se hace por turistas en nuestro país, el 80 por ciento proviene del turismo nacional, de turismo doméstico. Esa es una buena noticia.

En primer lugar, porque aquí está y lo que hagamos con él para motivarlo y desarrollarlo un poco más, nos va a dar rendimientos de inmediato.

En segundo lugar, porque es una base muy leal, que siempre estará aquí. Ahí está Acapulco, que perdió mucho turismo internacional, pero que gracias al doméstico sigue siendo un destino muy interesante. Esta es otra revelación interesante de la cuenta: el 80 por ciento proviene del turismo nacional.

La tercera razón por la que este dato es importante, es porque todo lo que hagamos en el internacional es ganancia; todo lo que podamos hacer es rendimiento marginal para la industria adicional, que nos va a servir; ese 80 nos está manteniendo la gran base de la infraestructura instalada –digamos- y ahora podremos, con cualquier esfuerzo atraer el turismo internacional y poder mejorar, incluso, nuestra actividad, nuestros niveles de ingreso.

Otro dato muy importante de esta cuenta ha sido el de que tiene, en realidad, un impacto muy relevante en ciertos sectores, por ejemplo, como el transporte. Lo que esa cuenta nos dice: alrededor de que el 28 por ciento de ese consumo turístico se hace en transportes es un dato muy interesante.

Lo que también esa cuenta nos dice, por ejemplo, que es algo que hay que tomar en cuenta, es que del turismo egresivo, del que sale de México, de ese que normalmente la gente ataca porque saca dólares o porque compra cosas fuera, el 35 por ciento de los gastos que realiza ese turismo, los hace aquí, pagando aquí su boleto de avión, pagando aquí reservaciones dando empleo, también, aquí en México.

Nosotros creemos que la cuenta satélite ha puesto en claro lo que el turismo quiere decir hoy para la economía mexicana. Y será bueno que los constructores de México puedan tenerlo así de claro, como lo hemos tenido nosotros con esta cuenta.

Esta situación, estas perspectivas, estos datos que les he comentado, nos han hecho reafirmar la ciencia que el Presidente Zedillo tuvo desde el primer día de su mandato de que había que promover fuerte la actividad turística. ¿Qué está haciendo México para no perder ese séptimo lugar, incluso para subir; qué estamos haciendo para cerrar la brecha?

Somos el séptimo en número de visitantes y el treceavo en ingresos. El año pasado estábamos peor; el año pasado éramos el octavo y éramos el dieciseisavo. Hemos logrado corregir esa brecha, ahora somos el séptimo y el 13; ¿pero por qué se da este fenómeno de que siendo tan captadores de visitantes, no somos tan captadores de divisas?

Bueno somos el treceavo en el mundo, no está mal, pro deberíamos de ser algo más o menos correspondiente al número de visitantes. Que no tenemos, realmente, suficiente producto que vender y no captamos los mejores mercados.

Lo que estamos tratando de hacer es cerrar esa brecha; lograr hacer, por ejemplo, lo que hace España el día de hoy. España tiene el doble de visitantes internacionales que nosotros al año, pero genera cuatro veces los ingresos que nosotros generamos; lo que España puede hacer es vendernos todo lo que quiera cuando vamos a España, ya lo recordarán ustedes y sus tarjetas de crédito –los que hayan estado por allá-, porque hay un producto muy desarrollado, porque hay también un mercado muy atractivo que se queda mucho tiempo, que tiene mucho que hacer, que tiene muchos productos que consumir.

¿Qué es lo que nosotros estamos haciendo para captar un mercado más rico, para captar un mercado que se quede más tiempo entre nosotros, para captar un mercado que gaste más; qué es lo que estamos haciendo?

Yo diría que estamos trabajando básicamente en tres aspectos centrales. El primero, más y mejor promoción, y me voy a referir a él de una vez con detalle.

Estando en séptimo lugar en la captación de turistas, habíamos venido perdiendo muchos recursos para hacer promoción internacional de México. lo habíamos venido perdiendo como hemos venido perdiendo recursos financieros ante las restricciones que nos impone la situación presupuestal para muchas cosas, pero nosotros más. Porque el turismo y yo y mi sector y mi antecesora y etcétera veníamos perdiendo consistentemente la batalla presupuestal porque, ciertamente, es muy difícil tratar de explicar que gastar en promoverse internacionalmente en una revista italiana es tan importante como podría ser, por ejemplo, construir un aula o resolver un problema de pobreza extrema.

Es muy difícil poder convencer a alguien de que esas dos urgencias o prioridades tienen un lugar más o menos similar. Y por qué me atrevo a hacer una afirmación que parecería muy temeraria.

Lo hago porque ya expliqué el enorme impacto económico que tiene en México la promoción turística y cómo contribuye a resolver la pobreza y a resolver muchos problemas el hecho de crear empleos con esta actividad.

Pero ciertamente –ni hablar-, en términos de urgencias, de importancia y de prioridades veníamos perdiendo esa batalla presupuestal. Y de esa manera, el país pasó de tener 75 millones de dólares al año para hacer promoción internacional de México, a tener el año pasado 22; esta situación nos preocupaba mucho, porque tan sólo en estos cuatro años, en los mismos cuatro años aumentamos 40 mil habitaciones, en los cuatro años del Presidente Zedillo 40 mil habitaciones, básicamente de cuatro y cinco estrellas.

O sea, que cada vez teniendo más producto que vender, teníamos menos dinero para promoverlo y esto nos preocupó enormemente. Hablamos con el señor Presidente de la República, con los ciudadanos diputados de todos los partidos de la Cámara de Diputados, que forman parte de la Comisión de Turismo, y decidimos hacer una Alianza por el Tercer Milenio –que le llamaron ellos-, sumarnos y todos juntos idear un mecanismo que nos permitiera tener más recursos para promoción, porque si no íbamos a ir directamente a perder el mercado tan grande, que cada vez es más competido.

Si ustedes van en noviembre, por ejemplo, a la Feria de Londres a ver lo que es una Feria Mundial de Turismo, van a ver la cantidad de competidores que estamos yendo para vender nuestro producto y la diversidad enorme de productos que cada quien esta vendiendo, para atraer el turismo del mundo, porque todo mundo quiere tener una rebanada de ese pastel grande que se está cocinando para dentro de 22 años.

Y precisamente por ello, ante esa competencia, nosotros estábamos haciendo exactamente lo contrario: perder dinero para poder promoverlo.

Fue producto de esto que ideamos dos cosas, que son las que van a cambiar radicalmente esto a partir del año próximo. La primera, una fuente autónoma de financiamiento de los gastos de promoción del turismo. Ahora, cada turista paga un derecho migratorio, que la mitad de ese derecho se va a ira financiar los gastos de promoción; ya no tenemos que lastimar el presupuesto –en ese sentido dicho- distrayendo recursos de otras prioridades sociales que debemos atender antes que ésta, y podremos tener una fuente de recursos autónoma y decir, como decimos aquí en México, que del mismo cuero salgan más correas. Y que si esta industria crece y hay ese pago por cada turista, podemos tener la oportunidad de disponer de la mitad para gastar en promoción.

Esto pareciera un contrasentido y más a los ojos o al punto de vista empresarial; es decir, entre más impuestos, más desaliento a la venida de los turistas. La realidad es que esto se paga en todas partes; estaremos cobrando todavía cinco dólares menos que Guatemala, 10 dólares menos que honduras; alrededor de 20 dólares menos que los Estados Unidos en su suma de impuestos y estaremos todavía muy competitivos en el impuesto que le cobramos al turista en general.

Estábamos en el lugar 58; con esto vamos a pasar al lugar 37, de manera que no preocupa, es un gasto bien hecho. Podemos darle un producto, a cambio, muy interesante al turista y de ahí tendremos, ahora, dinero para promoción.

Y segundo, decidimos, conjuntamente con los diputados, inclusive por iniciativa de ellos ante el congreso de la Unión, crear el Consejo Mexicano de Promoción Turística, un órgano mixto en donde estaremos juntos el sector público y el sector privado; 15 representantes del sector público, 14 representantes del sector privado como organismo descentralizado que es, pero del sector público estaremos representados tres miembros del gobierno federal, ocho miembros de gobiernos estatales y cuatro miembros de gobiernos municipales.

Necesitamos hacer las cosas en equipo; necesitamos trabajar juntos, públicos y privados, y trabajar ya en los tres niveles de gobierno y evitarnos duplicidades, gastos innecesarios y todos los recursos y todas las estrategias de promoción centralizarlas en un organismo que, además, tenga la certeza de que va a vivir muchos años, de que va a poder hacer planes a cinco, a 10, a 15, a 20 años, como los queremos hacer si queremos captar dentro de 20 años 40 mil millones de dólares.

Es por eso que era tan importante esto y lo más importante de todo –como tratamos de hacer las cosas en el sector- es que esta fue una decisión unánime de todos los partidos políticos lo cual, por cierto, no es muy común en estos tiempos –como ustedes habrán podido observar. Y fue unánimemente aprobado por todos los partidos en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores.

Esto indica que, lejos de pretender debilitar la estructura institucional de la industria turística para su promoción, como en algún tiempo se pensó o se quiso hacer. Hoy, por el contrario, con el apoyo de los legisladores, lo que estamos haciendo es fortalecerla para que la estructura institucional de dirección del turismo tenga capacidad de hacer las cosas como debe hacerlas.

Y esto nos va a permitir sumar también al resto de la iniciativa privada y no solamente a los que están directamente metidos en la industria turística.

Se trata de que ahora si hacemos un club de producto para promover el golf, en ese club de producto para promover el golf en México, tengamos –claro- a los dueños de los campos de golf, a los dueños de los hoteles, pero también a los dueños y a los fabricantes de los equipos y a los fabricantes, dueños y productores de las semillas de los pastos que se siembran ahí, y a los que producen los fumigantes para fumigar los propios campos. Y que si tenemos esto, tengamos a los fabricantes de las calderas de los hoteles, que quieren que haya más hoteles para vender más calderas y los podamos meter en programas para promover ciertos sectores de manera especial.

Con eso vamos a multiplicar por muchas veces el ingreso. Simplemente de gobierno federal, del dinero federal, del dinero gubernamental el año que entra podemos tener más del doble de lo que tuvimos este año para poder hacer esa promoción y, entonces, garantizar que los turistas sigan viviendo a México.

Todavía este año vamos bien; este año llevamos cuatro mil 100 millones al primer semestre. Quiere decir que, muy probablemente, vayamos a superar los ocho mil, los siete mil 900 que tuvimos el año pasado. Llevamos alrededor del 10.2 millones de visitantes al primer semestre, lo que quiere decir que seguramente podremos llegar cerca de los 20 millones otra vez este año.

Y afortunadamente estamos cambiando la estructura de los turistas. Cada vez traemos a los turistas más acá de la frontera, cada vez los llevamos más a las ciudades coloniales, a los centros de playa.

El segundo aspecto en el que estamos trabajando, es competitividad, ¿qué podemos hacer para ser más competitivos? Y aquí podemos hacer dos cosas: podemos dar más valor por el mismo precio, no queremos competir con tarifas, no queremos descapitalizar a la industria hotelera; si descapitalizamos a la industria turística, no se vuelve sostenible en el largo plazo, no debemos competir con eso.

Queremos competir con dar más valor. Y ese más valor lo podemos obtener de las propias empresas y de su gente. Es de ahí de donde toman gran importancia los programas de capacitación, de excelencia, de calidad; esa que vemos en otros lugares, esa que México tiene –por cierto- de forma natural.

El 70 por ciento de los visitantes de nuestro país coinciden, en primer lugar, en lo que más les gustó de México: su gente, en el trato de la gente, en la sonrisa de la gente, en la expresión. La gente es amable, somos realmente hospitalarios.

Ahora que trato mucho con los inversionistas españoles que están construyendo hoteles, les digo: somos tan hospitalarios que vinieron los españoles a conquistarnos y nos casamos con ellos. Somos realmente un pueblo muy, muy hospitalario; somos un pueblo que se aprecia mucho afuera.

Si a eso le agregamos capacitación, si a eso le agregamos mejoramiento continuo, si a eso le agregamos cultura de calidad, tenemos realmente ya un producto muy valioso, cobrando lo mismo, no queremos cobrar menos. Pero queremos dar más por ese precio.

Y en segundo lugar, queremos dar más producto o mejor producto. Ejemplos que puse también ayer en Concamin, que sirven para entender.

Cancún es una maravilla, su mar es único, sus playas son maravillosas, sus compras, todo lo que tiene Cancún; pero no tiene suficiente golf. Hay que desarrollar el producto de golf en Cancún.

A Zacatecas vamos con nuestros niños y nos encanta y hay unos templos maravillosos, unos templos espléndidos, unas calles hermosísimas, pero los niños no tienen absolutamente nada que hacer y a los dos templos quieren ya regresarse a México. hay que tener un producto mejor para eso; así de sencillo, sólo así entendemos los ejemplos.

En cada destino estamos haciendo lo mismo. Qué tenemos que hacer en León; qué tenemos que hacer en Zacatecas; qué tenemos que hacer en Acapulco; qué tenemos que hacer en Barranca del Cobre para desarrollar el producto, para tener más que ofrecer, para poder vender más.

Hasta hace muy poco tiempo, quien haya estado en Cozumel, coincidirá conmigo que recibíamos miles de visitantes en mil 500 cruceros al año, el segundo o tercer lugar del mundo en llegadas de cruceros. Y hasta hace poco tiempo, podíamos comprar, cuando mucho, una camisetita, una conchita dibujada. Hoy en día, ya hay opciones para que esos miles que llegan, es como llegar y poner un hotel de tres mil personas en un momento dado en el lugar; que si logramos bajar a todos a consumir y a pasear, ahora ya hay lugares con réplicas de sitios arqueológicos, en donde podemos venderles todo tipo de productos, podemos realmente aprovechar mejor.

Ese es el segundo aspecto de la competitividad: el desarrollo del producto.

Y en tercer lugar, estamos promoviendo la inversión. Lo que hoy estoy haciendo aquí con ustedes y que hago en Nueva York y que hago en Europa, y que hago con los hoteleros de Palma de Mallorca que están construyendo ahorita más de cinco mil habitaciones en México, que están invirtiendo dinero aquí. Lo mismo cuando voy a Canadá, lo que voy a hacer es, fundamentalmente, a promover turistas que vengan a nuestro país a apoyar a los turoperadores, a los agentes de viajes, a hacer convenios con ellos, programas de promoción.

Pero también voy a traer dinero a México, porque todo esto que les he dicho: desarrollar el producto, tener más escuelas para turismo, más habitaciones de hotel, más campos de golf implica dinero. Necesitamos, pues, también promover la inversión, y eso es lo que estamos tratando de hacer.

En ese orden de ideas, los retos a futuro los podemos cumplir si atendemos y seguimos atendiendo entre todos estos tres aspectos: promoción, competitividad y más inversión en el sector. esos aeropuertos, esos ferrocarriles, todo va a requerir recursos, por eso tenemos que promover la inversión.

Todo ello –decía yo-, requiere de construcción. Y es ahí donde la coordinación entre nosotros es muy importante. Se lo decía yo a su presidente, a Pedro, cuando fue a visitarme; le decía: tenemos que redinamizar esto, ellos iban con esa idea y han encontrado –de verdad- no la buena disposición, la necesidad enorme de esta industria de sumarlos a ustedes de lleno en esta actividad de la construcción, por dos razones:

La primera, porque necesitamos construir muchas cosas ahí, y lo está haciendo básicamente el sector privado; en este nuevo país, él es a quien le toca. Afortunadamente para México, el gobierno ya no hace hoteles, lo hacen quienes tienen que hacerlo; lo hace el sector privado, nacional e internacional. Ese es el que requiere de los servicios... (TERMINACION DE CASETE)

… construcción; pero, ciertamente, creo también que en la medida que haya más trabajo, habrá más oportunidades de mejorar en todos los campos, porque necesitamos construir muchas cosas.

Pero segundo, porque requerimos de lograr una estrategia de desarrollo sustentable del turismo. Esto va a ser, es ya una obsesión –diría yo- del gobierno federal y es una instrucción, además, terminante del Presidente Zedillo: vamos a tener una industria turística sustentable.

Esta palabra me la van a oír muchas veces y la van a leer muchas veces en los medios, porque va a ser la palabra central de la actividad del gobierno; ya ha venido siendo, pero lo vamos a enfatizar aún más.

¿Sustentable en qué sentido? Económico, para que sea sustentable, se sostenga en el tiempo, sea rentable, que sea rentable para los que participan en ello. Sustentable socialmente, y ahí es en donde entran ustedes y el ejemplo que les voy a dar: sustentable socialmente, ¿qué quiere decir?

Primero, que no volvamos a cometer errores de planeación urbana-turística, de los cuales luego nos tengamos que arrepentir, porque los ríos se llevan las casas que están en los cauces en los sitios turísticos de México. Que tengamos realmente la planeación como la hemos tenido en los centros integralmente planeados, pero en todo el país.

Yo tengo una orden del Presidente y es mi compromiso: antes de que termine esta administración haber entregado, cuando menos 20 o 25 Planes Urbano-turísticos Directores, a 25 y 30 años, de los principales destinos turísticos de México.

Ese es el compromiso, Fonatur en eso está; Sedesol en eso está, Semarnap en eso está. Estamos trabajando todos para que quede muy claro cómo vamos a desarrollarnos.

No queremos que nos rebase el éxito, aquí el síndrome del éxito puede ser muy peligroso, ya nos pasa en algún sentido; ya nos preocupó, ya le preocupó al Presidente en Los Cabos –la otra vez que estuvimos allá-; ya nos preocupó en rivera Maya, en Playa del Carmen. Y precisamente por eso fue que el Presidente nos dio la instrucción de idear sistemas para ponernos al tanto en viviendas, en guarderías, en clínicas y otras obras de infraestructura, para poder satisfacer la necesidad social.

La sustentabilidad social del turismo depende de dos cosas. De que la comunidad se beneficie, lo mismo que los inversionistas o más; en primer lugar, que tenga un empleo, una oportunidad de progreso, una atención médica, una casa, que pueda participar de ello. Pero segundo, que tenga también y haga de esto una oportunidad de negocio y de progreso para ella misma.

Y ahí es en donde lo que estamos haciendo en Los Cabos con ustedes y con el Infonavit resulta muy importante. Nos hemos puesto de acuerdo para construir vivienda juntos; y esa vivienda que estamos haciendo juntos en Los Cabos, pueden ser ya más de mil 300 las que dentro de un año, con créditos del Infonavit –Vicente- la gente pueda tener.

Tenemos un fenómeno curioso, en Los Cabos hay trabajadores de los hoteles que pagan 600 pesos al mes, rentando un cuarto de cartón. Es decir, hay capacidad, hay ingresos suficiente; pero ¿qué sucede?

En el diseño que teníamos de créditos, no podíamos dar crédito del tamaño de los que requiere y exige un lugar en donde los costos de construcción son más altos y en donde el ingreso no está compuesto por puro ingreso fijo, sino también por propinas, por ejemplo.

Entonces, el crédito que le tocaba al trabajador no le permite comprar a esos costos la casa que necesita y, en consecuencia, no accedía al financiamiento y no era suficiente.

Eso lo hemos revisado y hemos trabajado con ustedes y con el gobierno del estado y con el Infonavit en establecer reservas territoriales, lanzar programas completos para poder resolver el problema de vivienda, en donde la gente tiene la capacidad adquisitiva para tener la vivienda. Lo mismo está pasando en Punta Mita, lo mismo está pasando en Playa del Carmen; en todos esos lugares hay una enorme necesidad de que ustedes participen activamente con nosotros en generar las oportunidades de negocio para la industria de la construcción.

También tenemos la costa de Jalisco, las costas de Michoacán, las Barrancas del Cobre, el Mundo Maya. En todos esos lugares necesitamos tener el concepto de desarrolladores turísticos; ahorita lo que curiosamente está faltando es eso. Fonatur hacía mucho este papel, pero Fonatur tiene ahora un presupuesto mucho más pequeño que el que tuvo cuando nació Cancún o cuando nació Ixtapa.

Ahora, necesitamos, juntos, encontrar una fórmula. Y a mí me parece que ustedes que tienen tanta maquinaria ociosa, tanta maquinaria que gravita sobre sus finanzas, hoy podrían estarla orientado a que la depreciación de esa maquinaria, el diferimiento de sus utilidades nos sirvieran para desarrollar centros turísticos o mega proyectos completos como estos cuatro que estaba mencionando; en combinación con Fonatur o no, pero creo que ahí hay una oportunidad de negocios.

Como ustedes ven, hay mucho que hacer juntos en esta industria turística y en esta industria de la construcción.

A lo que he venido el día de hoy, es a invitarlos a que nos podamos sumar a eso. estoy muy entusiasmado por poder trabajar conjuntamente con ustedes, conjuntamente con el secretario de Comunicaciones y Transportes, que está pendiente de este tema; con el secretario de Energía, que también ha manifestado su interés, en que podamos coadyuvar a este cambio.

Que tiene que darse esta renovación de la industria de la construcción. Vamos a entender esta etapa, difícil para la industria de la construcción, como una etapa realmente de renovación y resurgimiento de una industria de la construcción también distinta y competitiva, como la que siempre ha tenido nuestro país, ahora en estas nuevas circunstancias.

El turismo puede ser un coadyuvante para esta nueva etapa de la industria de la construcción y, desde luego, su titular es fundamentalmente su amigo y mucho gusto tendrá en seguir trabajando con ustedes.

Muchas gracias

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