Durante su discurso de inaguración, el
presidente Enriquq Peña Nieto recalcó las cuatro directrices de la política turística:
Primero. Necesitamos un
ordenamiento institucional del sector turístico. Tenemos que revisar el marco de
actuación de las entidades públicas que están vinculadas con este sector para que
puedan actuar con mayor eficacia, para que puedan atender de mejor manera demandas que hay
de este sector o de, insisto, actores o sectores involucrados dentro de esta actividad
para dar una respuesta puntual a estas demandas.
Pero, también, para generar una real y eficaz articulación, no sólo de entidades que
están vinculadas al sector turístico, sino de toda la Administración Pública Federal y
también de las estatales, para que podamos generar una sinergia que haga posible el
desarrollo mayor de este sector.
Por eso, he resuelto crear este Gabinete turístico, que estará
presidido por el Presidente de la República, por un servidor, precisamente para darle
directriz y alienación a los esfuerzos que todas las dependencias del Gobierno de la
República estén llevando a cabo, para que no pierdan el enfoque que deban de seguir para
impulsar el desarrollo turístico del país.
Lo mismo en el tema de comunicaciones, en materia ambiental, como habremos de verlo en una
de las directrices, que debemos ser, también definir políticas de carácter sustentable
para este sector y de todas las áreas de la Administración.
Todas en mucho tendrán que ver con el impulso que demos a la actividad turística del
país, no sólo la Secretaría de Turismo, no sólo en las entidades que dependen de esta
Secretaría, sino el Gobierno entero, alineando varios propósitos que he venido
señalando en este inicio de Administración, pero que uno de ellos y que resulta
fundamental y de relevancia mayor, es del sector turístico.
Queremos impulsar innovación y competitividad, porque en el mundo global reconocemos que
hay una mayor competencia entre los países, entre los distintos destinos y lugares que
merecen ser visitados, y que México tiene que proyectar mayor competitividad.
Para eso definí con toda claridad que habríamos de focalizar nuestro esfuerzo a seis
segmentos del mercado: Impulsar desarrollos y consolidar aquellos que son de sol y playa;
el turismo cultural, el ecoturismo y de aventura, el turismo de salud, que está
representando una importante actividad en algunas entidades del país, sobre todo para
aquellos que atenderse en otros lugares está resultando más costoso, y que México está
siendo una opción para atención a la salud de no sólo nacionales, sino sobre todo, del
turismo internacional o de gente de otras partes del mundo.
El turismo deportivo y el turismo de lujo, para aquellos que tienen afición por ciertas
actividades vinculadas al turismo, que México tiene, sin duda, vocaciones específicas
para esta demanda.
Se trata, en síntesis, de impulsar, dentro de estas seis líneas o seis segmentos
turísticos que queremos desarrollar, promover e impulsar, realmente desarrollar mayor
competitividad, para realmente tener mayor capacidad de competencia frente a otras
naciones del orbe, frente a otras partes del mundo.
Para este propósito, hemos o habremos de impulsar el Sistema Nacional de
Certificación Turística, que la ley en la materia ya prevé, y que queremos
realmente dedicarle una mayor atención para asegurar calidad en el servicio que estamos
prestando en distintos prestadores de servicios turísticos del país.
Tercer directriz. Fomento y promoción.
Cuando hablamos de fomento significa realmente, asegurarnos que los destinos turísticos
que se han logrado desarrollar en el país puedan encontrar en esta Administración, una
mayor consolidación.
Más que explorar en este momento la apertura de nuevos destinos turísticos, por razón
de vocación o de condición específica, queremos realmente consolidar los destinos que
en estas últimas décadas se han venido desarrollando en el país, para que realmente
puedan proyectar todo su potencial.
No hagamos deshecho o residuo de aquellos destinos que en un momento tuvieron una gran
proyección, no merecen tener este destino o este resultado. Sino, al contrario. Vayamos
al rescate, al respaldo, para su consolidación de esos destinos turísticos que hoy tiene
el país. Y ésta será una de las líneas muy particulares que este Gobierno está
impulsando.
Y para eso será importante acercar todos los instrumentos que hagan posible este impulso
transformador y de consolidación que queremos a los destinos turísticos del país. Entre
otros, el acercar el crédito, el acercar al Gobierno para asegurarnos que más
infraestructura y rescate de espacios públicos y de imagen urbana, sean posible en estos
destinos turísticos.
Y segundo. Una promoción focalizada. Tenemos que, primero, proyectar a México al mundo,
pero también tenemos que proyectar los destinos que distinta vocación y particularidad
tiene nuestro país, para las distintas demandas o nichos de mercado que hay en el mundo
entero.
Cuarta directriz. Ya lo señalaba, tenemos que impulsar un turismo sustentable;
un turismo que sea respetuoso del medio ambiente, en el compromiso y obligación que
tenemos de hacer un mejor legado a las futuras generaciones del entorno en el que vivimos,
que respete el medio ambiente.
Ésta no es una, insisto, no es una opción, es una obligación que tenemos los gobiernos
y que estamos decididos a asumir. Y para eso, en todas las aristas, no sólo en el
turismo, en todo aquello que implique desarrollo, hemos señalado que debemos ser
promotores de un desarrollo sustentable que asegure que las futuras generaciones tendrán
un mejor entorno donde vivir.
Éstas son las cuatro directrices. Déjenme concluir con estas cuatro directrices o
lineamientos que hemos fijado a lo que este Gobierno habrá de impulsar, y que desde el
Gabinete Turístico que hemos, o de Turismo, que hemos señalado se habrá de crear para
este propósito, será importante que el esfuerzo de todas las dependencias
gubernamentales converja en lo que debe generar una sinergia para el impulso al turismo
del país.
Un área fundamental, sin duda, será la que tenga que ver con la generación de
infraestructura en comunicaciones y en transporte, para lograr mayor conectividad,
competencia; y, sobre todo, sinergias para el desarrollo turístico y para el desarrollo
económico, en general, de todo el país.
El Tren Transpeninsular, hoy, que nos ubicamos aquí, en este estado, sin duda, es un
ejemplo de lo que puede proyectar y representar.
Precisamente, el Transpeninsular que estamos proyectando construir desde Mérida hacia el
Estado de Quintana Roo, precisamente va a asegurar que esta zona de amplio desarrollo
turístico pueda conocer más adentro, tierra adentro, las maravillas que tienen ciudades
como Mérida, Chichén Itzá y viceversa. Creo que podemos generar ahí una gran sinergia.
Déjenme referir sólo algunos otros proyectos que hemos comprometido en materia de
infraestructura, y que significará una inversión superior a los 100 mil millones de
pesos.
El Tren Transpeninsular, la Terminal de Cruceros de Puerto Vallarta, que es un compromiso;
el Túnel para Ferrocarriles de Manzanillo, que hoy representa ya, a partir de la
consolidación portuaria que tendrá Manzanillo, un problema realmente para la población
y para el turismo que llega a este destino que tenemos en esta zona del Pacífico.
El aeropuerto de Chetumal, las autopistas de San Cristóbal a Palenque; Oaxaca, Puerto
Escondido; Zitácuaro-Valle de Bravo; Guadalajara-Colima, Manzanillo, y la autopista
Jala-Compostela-Bahía de Banderas que, sin duda, habrá de acercar la zona de Bahía de
Banderas y toda esta región de Puerto Vallarta y Nuevo Vallarta, a lo que es las
principales ciudades del Occidente de nuestro país.
Son sólo por citar algunas de las obras de infraestructura relevantes, importantes, que
tendrán importante impacto turístico para el país y para el desarrollo económico de la
Nación entera.
Concluyo con lo siguiente.
A propósito de este Foro, déjenme decirles que está muy claro: el turismo para el
Gobierno de la República o ésta, la actividad turística, para el Gobierno de la
República tiene especial relevancia, tiene prioridad y vamos, insisto, a alinear los
esfuerzos que redunden en logros, en resultados y en mayor eficacia en la actuación que
tenga el Gobierno de la República para que tengamos frutos mayores en la actividad
turística del país.
México, y creo que quienes están en este Foro o participan en él, lo saben, lo conocen,
México tiene una vocación natural, una vocación con la que nació y le es propia, que
es la del turismo.
Y, sin duda, si bien esta actividad ha deparado desarrollo, progreso a varios de los
destinos turísticos, ha sido detonador de empleo y, a partir de ello, de desarrollo
individual, es mucho más lo que hoy promete.
Creo que desde la consolidación, la promoción, la difusión y la alineación de
esfuerzos del Gobierno de la República en una, también, estrecha coordinación con
gobiernos locales, al turismo habrá de esperarle un futuro muy promisorio en los
próximos años, que signifiquen y proyecten desarrollo, empleo, progreso y bienestar para
las familias mexicanas.
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