En el inicio de la implementación de este modelo de conectividad, se autorizó solamente a seis ciudades a que empezaran a desplegarla: Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Cartagena, Barranquilla y Cali, fueron las escogidas. Lo que quiere decir que gran parte del país todavía seguirá usando 4G o un nivel inferior.
Este panorama genera que la brecha actual sea más grande y se fraccione, ya que el 25% de los colombianos (12 millones) que siguen sin acceder a internet, según datos Hootsuite y We Are Social, tendrán una distancia mucho más amplia frente a aquellos que pueden disfrutar de la última tecnología y la empiezan a implementar para su beneficio.
Eventualmente, el 5G irá llegando a más zonas en el país y lo mismo sucede en otros países en Latinoamérica, pero la clave está en saber cómo y para qué puede servir. Muchos usuarios creen que esta tecnología está diseñada solo para mejorar la estabilidad en las videollamadas, que permitirá acceder a videojuegos en la nube o ayudará a tener mejores dispositivos inteligentes en casa. Sin embargo, el panorama es mucho más grande.
Inteligencia artificial, computación visual, procesamiento de datos, realidad aumentada y vehículos autónomos. Estos son solo algunos ejemplos de cómo el 5G puede ser implementado por los usuarios, las empresas, el sector educativo, los gobiernos o las entidades de salud.