Estaremos inmersos, como se dice, en altas facturas para los consumidores y de buenas ganancias para los productores.
La SHCP de Rogelio Ramírez de la O recién tuvo que aplicar un 100% de subsidio al IEPS a la gasolina magna para suavizar el golpe del precio que se elevó 12% en 2021, máxime el compromiso de Andrés Manuel López Obrador.
El sacrificio se suma a los apoyos que la SHCP ha otorgado a Pemex. La cifra en el sexenio es de 26,700 mdd más la refinanciación del 2022 ya anunciada que andará en 3,941 mdd. Claro que lo proyectado en el presupuesto para el precio del crudo en 2021 y 2022 dan colchón.
Está por reportar Pemex de Octavio Romero y aunque deberá registrar una mejora en su pasivo, seguirá latente la limitada capacidad de producción. Las inversiones están lejos de lo que se requiere. En otras palabras, vuelta al pasado, máxime la falta del concurso de la IP que era la llave, por la política de Sener de Rocío Nahle.
Si bien en divisas la exportación de crudo con 27,815 mdd nos coloca cerca del 2018, con un superávit de más de 8,500 mdd, esto se deberá a los precios, porque la plataforma de producción de crudo cerró 2021 en 1.925 mdbd cuando en 2018 estaba en 2.018 y en 2016 en 2.458. En volumen sólo se exportó a razón de 1.018 mdbd vs 1.184 del 2018 y 1.194 del 2016.
En cambio las importaciones de petrolíferos por 19,300 mdd en 2021 están al nivel del 2016, ya que la capacidad de las 6 refinerías no logró la meta.
Tras el bajón del 2020, las ventas internas de petrolíferos en 1.105 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd) remontó el 1.064 al que se cayó por la pandemia en 2020, pero no el 1.364 del 2019.
En específico gasolinas quedó en 574.9 MMpcd en 2021 vs 571.2 del 2020 y 720.2 del 2019. En ese sentido la coyuntura frenó las importaciones y amortiguó la incapacidad de Pemex. Obvio dicha combinación ya no se repetirá este 2022.