La medida, amparada en la Ley de Hidrocarburos, representa una intensificación en la supervisión y cumplimiento de normas en el sector energético, que ha resultado en la rescisión de permisos inactivos.
Según Marcial Díaz, representante de la Asociación de Regulados del Sector Energético (ARSE), esta decisión responde a políticas orientadas al control del mercado y al fortalecimiento de estándares de operación y seguridad.
Hasta la fecha, la CRE ha aprobado 300 nuevas autorizaciones para estaciones de servicio en 2024, aunque la reciente rescisión representa el 46% de estos permisos. En esta sesión, el regulador aprobó solo un nuevo permiso para distribución de petrolíferos y rechazó otros tres.
En el mismo evento, la CRE inició 17 procedimientos administrativos en varias áreas del sector y resolvió 12 casos en hidrocarburos y electricidad, destacando el enfoque en mantener un control riguroso sobre la operación y seguridad en el mercado energético.