Actualmente hay una crisis en la captación del manejo del agua en el país, con 174 presas en seis regiones que están entre el 28 y 46 por ciento de sus niveles.
Eduardo Vega López, coordinador de sustentabilidad de la UNAM, dijo que la falta de agua ya está afectando zonas comerciales, industriales, actividades agrícolas y pecuarias, pero sobre todo las zonas urbanas, en donde la demanda ha impactado de manera negativa y creciente en el balance de las cuencas y acuíferos, generando daños económicos y ambientales que ya se muestran dramáticos.
Ya se analizan tanto los factores que están directamente relacionados con la infraestructura hidráulica, los aspectos jurídico-administrativos y sociales, así como otros que son relevantes para la sostenibilidad de la conservación de cuencas hidrológicas.
Los elementos que más influyen son los relacionados con los conflictos sociales y políticos, los hundimientos del terreno por extracción intensiva de agua subterránea, la transferencia intersectorial del agua, y el deterioro ambiental de las áreas de captación de agua superficial y de recarga de los acuíferos.
Se precisó que la alta vulnerabilidad de la Ciudad de México es por degradación ambiental, la falta de nivel del agua en el Cutzamala y las fuentes de abastecimiento de origen superficial.
Esto obliga a reevaluar los proyectos de importación de agua, mientras que la protección de las partes altas de las cuencas debe ser consideradas como uno de los temas prioritarios para la protección ambiental y el cuidado de las zonas de recarga y la conservación del clima local.
El tema del agua debe ser una prioridad de los candidatos que aspiran a gobernar, a nivel federal, como la Presidencia de la República, y en todos los estados del interior del país.