La recuperación ha ido variando según la ubicación geográfica, el tipo de turismo (Nacional Internacional), y especialmente por la adaptabilidad de la industria a las nuevas normativas y expectativas de los visitantes.
El Caribe mexicano se perfila como el epicentro de esta expansión, con una concentración significativa de nuevas construcciones en el segmento de alta gama.
Esta tendencia subraya la continua demanda y el dinamismo en uno de los destinos vacacionales más codiciados del país y del mundo.
Además, el fenómeno del nearshoring, que se refiere a la relocalización de empresas cerca de su mercado principal, está fomentando la construcción de hoteles de negocios en zonas urbanas y regiones industriales, beneficiando al sector manufacturero mexicano.