Roberto Kelleher, director general y socio fundador de Inmobilia, destacó en una entrevista la importancia de la región, especialmente Cancún, Playa del Carmen, Mayakoba y Tulum, como destinos atractivos para el mercado estadounidense.
La Riviera Maya cuenta con 120,000 cuartos de hotel y otros 15,000 en construcción. El aeropuerto de Cancún registra cerca de 30 millones de pasajeros anualmente, mientras que el aeropuerto de Tulum espera mover 5 millones de pasajeros en dos o tres años. México está experimentando un auge en zonas turísticas, difícilmente otro país puede competir en ese sentido, comentó Kelleher.
Hasta la fecha, Inmobilia ha desarrollado más de 7.8 millones de metros cuadrados en todo el país, incluyendo complejos de uso mixto, resorts turísticos, una isla privada en el Caribe y un campo de golf. Entre sus proyectos destacados se encuentran SLS Bahía Beach y SLS Marina Beach en Puerto Cancún, con residencias que van desde apartamentos de dos habitaciones hasta penthouses, valorados entre 16 y 18 millones de pesos.
A pesar del dinamismo del sector inmobiliario en la Riviera Maya, Kelleher subrayó la necesidad de invertir en infraestructura, especialmente en servicios de agua y energía. La planificación es crucial. Aunque hay mucha expectativa en el sureste, la infraestructura es primordial. México debe identificar las áreas que requieren más inversión en estos temas, añadió.
La construcción del ducto Mayakan, con más de 700 kilómetros de extensión, es una iniciativa que Kelleher celebra, ya que impulsará el transporte de gas natural y abastecerá las plantas de ciclo combinado para generación de energía en la península de Yucatán.
Además, el empresario destacó la importancia del Tren Maya y su capacidad para transportar carga, conectando con el Corredor Transístmico entre los océanos Pacífico y Atlántico. Esta infraestructura estratégica posicionará a México para un crecimiento significativo.
Para el próximo sexenio, ambas candidatas entienden la necesidad de infraestructura, lo cual es alentador. Tienen estrategias diferentes, pero coinciden en que México necesita más energía, concluyó Kelleher a El Economista.
Esta inversión y desarrollo en la Riviera Maya no solo beneficiarán al sector inmobiliario turístico y residencial, sino también a otros segmentos que se verán favorecidos por el mejoramiento de los servicios y la conectividad.