
Durante su recorrido, el edil enfatizó que esta acción responde a una demanda largamente postergada por parte de la comunidad escolar. Hoy respondemos con hechos, no con promesas. Donde había abandono, habrá dignidad y seguridad para nuestras niñas y niños, afirmó con determinación, al referirse a las condiciones deplorables en las que se encontraba este espacio, inhabilitado por los daños en su estructura y la falta de mantenimiento.
La rehabilitación del auditorio beneficiará de forma directa a una comunidad de más de dos mil estudiantes y 90 docentes, quienes hasta ahora carecían de un lugar adecuado para realizar actividades académicas, culturales y recreativas.
Según lo informado, la intervención será integral, con el objetivo de dejar el inmueble en condiciones óptimas y seguras, consolidándolo como un espacio multifuncional y digno para el desarrollo integral de las y los estudiantes.
El auditorio de la Escuela Lic. Juan Fernández Albarrán no solo representa un espacio físico, sino también un símbolo del abandono que por años enfrentaron muchas instituciones educativas en el municipio. Con esta obra, el gobierno municipal busca revertir esa tendencia y comenzar una nueva etapa donde la educación cuente con la infraestructura necesaria para florecer.
Asimismo, Vilchis Viveros anunció la próxima construcción de un aula equipada, como parte de una estrategia más amplia de mejora de instalaciones escolares en Zinacantepec. Este nuevo espacio permitirá ampliar la capacidad educativa del plantel y atender con mayor calidad las necesidades de aprendizaje de las futuras generaciones.
El día de mañana, aquí se seguirán formando médicos, abogados, artistas, deportistas, científicos& y por qué no, los próximos presidentes municipales de Zinacantepec. Por eso, invertir en nuestras escuelas no es un gasto, es construir el futuro que merecemos, subrayó el alcalde, dejando en claro que la inversión en infraestructura educativa es una prioridad estratégica de su administración.
La administración local también hizo un llamado a directivos, docentes y padres de familia a mantener el espíritu de colaboración que ha permitido avanzar en proyectos de mejora para las escuelas del municipio. Hoy refrendamos nuestro compromiso con las nuevas generaciones. No vamos a detenernos: la educación seguirá siendo prioridad, concluyó.
Este tipo de acciones, más allá de representar obras visibles, abonan a una transformación social de largo alcance. Dotar de espacios seguros, funcionales y dignos a las escuelas públicas no solo mejora la experiencia educativa de los estudiantes, sino que también fortalece el tejido social y proyecta una visión de futuro en la que la educación es eje del desarrollo y la equidad.
Con este tipo de inversiones, Zinacantepec se coloca en la ruta de los municipios que entienden que el verdadero cambio comienza en las aulas. La infraestructura educativa digna no es solo una demanda; es un derecho, y el gobierno municipal parece estar dispuesto a garantizarlo con hechos, más allá de los discursos.