El nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum enfrentará el reto de manejar la deuda de Petróleos Mexicanos (PEMEX), que asciende a más de 99 mil millones de dólares. Aunque esta cifra es un 6% menor en comparación con los 105 mil millones que la petrolera estatal debía en 2018, una de las principales presiones en el corto plazo es el pago a proveedores.
Según el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien destacó la reducción de la deuda en su Sexto Informe de Gobierno, 6.3% de la deuda de PEMEX corresponde a compromisos con proveedores. Al cierre de julio de 2024, PEMEX debía 125 mil millones de pesos (equivalentes a unos 6,282 millones de dólares) a contratistas, una mejora respecto a los 7,583 millones de dólares que debía al cierre de 2018.
Ana Lilia Moreno, coordinadora del Programa de Competencia y Regulación de México Evalúa, señaló que una de las prioridades del gobierno de Sheinbaum será renegociar la deuda de PEMEX para liberar a la empresa de esta carga financiera y avanzar en proyectos productivos. Moreno también advirtió sobre la importancia de la deuda con proveedores y contratistas, ya que estos actores son un indicador clave de la confianza empresarial.
Otro desafío importante será cómo enfrentar las implicaciones de una posible reforma judicial, que podría impactar los litigios con acreedores. Moreno resaltó que, si se maneja mal este tema, los proveedores podrían recurrir a tribunales internacionales, lo que afectaría la confianza de los inversionistas.