A poco más de un mes de que concluya el sexenio aún no hay vía en varios kilómetros de ambos tramos e incluso las estaciones reportan menos del 50% de avance.
Josué Osmani Palomo Colín, empresario miembro de la Cámara Mexicana de la Industria de Construcción (CMIC) y tesorero de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Chetumal, asegura que el proyecto no estará listo sino hasta mediados de 2025.
Nosotros desde un principio teníamos claro que no se iba a terminar en las fechas comprometidas; nunca fuimos consultados y se ignoró el conocimiento que nosotros tenemos de la orografía de la zona y los terrenos, dijo en entrevista con El Economista.
El empresario asegura que el grado de avance general en la zona sur de Quintana Roo es de entre 65 y 70%, pero hay puntos específicos en los que las obras no pueden avanzar por problemas de hundimientos o recientes inundaciones que no se previeron durante los estudios.
Uno de esos puntos es la colonia Diego Rojas, una zona baja que históricamente se ha inundado en Bacalar, pero con las obras del Tren Maya se generó una especie de dique que mantuvo bajo el agua alrededor de 1,000 viviendas apenas en julio de este año, luego de una lluvia atípica.
Siempre se había inundado, el agua llegaba a subir 60 centímetros, pero este año el agua alcanzó el metro y medio en algunos puntos por el dique que se formó con las obras del Tren Maya, explicó.
El agua ya no tiene salida natural y ello explica el por qué esta colonia estuvo inundada cerca de un mes, generando pérdidas a miles de familias por descompostura de electrodomésticos.
Esto obligará en un futuro a que se tengan que hacer trabajos de drenaje, pues se corre el riesgo permanente de que la inundaciones afecten incluso la operación del Tren Maya después de inaugurado.
Zona de guerra.
Independientemente de que el Tren Maya no estará listo en las fechas anunciadas por el presidente AMLO, el empresariado del sur de Quintana Roo ya ha elaborado un proyecto de inversión en infraestructura pluvial y de reparación de calles y avenidas que han quedado semidestruidas por la construcción de este proyecto federal.
A consecuencia del Tren Maya también se inundó toda la parte del frente del aeropuerto de Chetumal; hay colonias enteras en las que el agua subió a más 1.70 metros.
Los alrededores del aeropuerto son una de absorción pluvial, pero ya se construyó ahí la estación, con un relleno de alrededor de tres metros de altura, explicó.
Esto obliga a que se tenga que invertir en un sistema de drenaje pluvial que por sí solo costaría alrededor de 2,000 millones de pesos para evitar futuras inundaciones por las obras del Tren Maya.
A ello deben sumársele otros 400 millones por concepto de reparación de calles y avenidas que tras las lluvias de este año quedaron destruidas, haciendo que muchas partes de Chetumal luzcan como si fuese una zona de guerra, explicó el empresario.
Las mismas necesidades de repavimentación se presentan en Bacalar y Mahahual, por lo que el proyecto que CMIC y Coparmex han elaborado es por alrededor de 3,000 millones de pesos, los cuales piden que la gobernadora Mara Lezama los gestione ante el gobierno federal.