Las zonas beneficiadas.
La infraestructura a rehabilitar incluye caminos en Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Yucatán, Estado de México, Guerrero, Michoacán y Oaxaca. En febrero, se anunció una asignación inicial de 5,000 millones de pesos para la reconstrucción y conservación de 2,381 km de carreteras afectadas por el tránsito de maquinaria y materiales del Tren Maya, así como para dos tramos de la carretera Ciudad Altamirano-Tejupilco, que suman 204.3 km.
En mayo, se firmaron convenios de colaboración entre Sedena y otras dependencias para formalizar estos proyectos, incluyendo una nueva vialidad de 212 km en Oaxaca, en el tramo Ixtlán-Oaxaca de la carretera Tuxtepec-Oaxaca.
Estos tramos están en mal estado físico y ubicados en zonas de alto riesgo, lo que justifica la intervención del Ejército, en lugar de empresas constructoras privadas, como se hacía anteriormente bajo la SCT.
Avance y rendición de cuentas.
Para garantizar el seguimiento del avance físico y financiero de los trabajos, se nombraron encargados de ambas dependencias que reportarán oportunamente. La fecha de conclusión de todos los proyectos está programada para el último día del presente año.
Ampliación presupuestal.
Paralelamente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reservó 11,000 millones de pesos para la SICT, de los cuales se transfirieron 2,000 millones de pesos a la Sedena. El resto proviene de adecuaciones presupuestales, asegurando así los recursos necesarios para continuar con la conservación de carreteras bajo la supervisión civil hasta diciembre pasado.
Mientras tanto, el sector privado insiste en la necesidad de reactivar licitaciones en todo el país. Sin embargo, la Sedena continúa fortaleciendo su infraestructura de maquinaria pesada con los recursos asignados este año y ya se prepara para participar en la construcción de nuevos trenes de pasajeros.