Las máquinas y trabajadores se mantuvieron en el lugar a pesar del paro que hicieron a finales de julio los pobladores, pues la intención sólo fue impedir los avances en las vías del tren.
De acuerdo con la SICT, el puente vehicular tendrá un costo de 232 millones de pesos, pero causa molestias entre vecinos de la calle Prolongación Matamoros, pues tienen miedo de que ocurran accidentes y ha afectado negocios.
Los automóviles ya no los pueden meter al estacionamiento de sus casas, pues les dicen que estorban y el nivel de banqueta quedó muy alto hasta el momento, además de no estar pavimentada la calle en un tramo donde existen cinco viviendas que resultan afectadas.
Yo tenía mi puesto de tamales aquí afuera e hicieron que me quitara. Ahorita tengo mi negocio adentro de la casa y vamos a quedar a pocos metros del puente y no sabemos si sí nos van a pavimentar la calle, sólo nos dicen que cuando termine la obra, nos da miedo que se vayan y dejen así, contó Martina, de la colonia 10 de Junio.
Para Martina, la situación ha sido compleja, puesto que las ventas bajaron de forma significativa en los últimos seis meses, pasando de producir 200 tamales diarios a 80. Sin embargo, insiste en no cerrar el negocio y ha buscado alternativas, como anunciándose en grupos de Facebook y en Google Maps.
La comunidad aceptó con representantes del gobierno levantar el paro con la intención de que les cumplan sus demandas en un mes, hasta que termine agosto, de no hacerlo, piensan volver a tomar las obras de ampliación al AIFA.