A partir de entonces toda la electricidad la generaba la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero en 1988 durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, "Padre del neoliberalismo mexicano", se inicia el desmantelamiento de la paraestatal y su privatización, lo que oscureció al sector eléctrico público.
Por si fuera poco, las reformas al sector eléctrico de 1997 y 2013 durante los malos gobiernos de Zedillo y Peña Nieto significaron los últimos clavos a la tumba de nuestra industria nacional eléctrica, mientras que los neoliberales y sus empresas se llenaban los bolsillos con los jugosos contratos que obtenían usando la infraestructura de la entonces CFE.
Por lo que en lo particular, como diputado federal en la Sexagésima Segunda Legislatura no di un paso atrás en mi postura de oponerme tajantemente a la reforma energética, que contemplaba también la destrucción del sector eléctrico, y por eso mi voto fue en contra.
Por ello, es de aplaudirse que mediante una jugada maestra del presidente Andrés Manuel López Obrador, se adquieren 13 plantas de generación eléctrica de la empresa Iberdrola, con lo que pasamos de generar el 35.6% de electricidad al 55.5% con esta compra.
Dicha adquisición, además de reforzar la soberanía energética, otorga certidumbre en el sector y se espera que en los 18 meses que restan al sexenio de López Obrador, la CFE generará el 65% de la electricidad de todo el país, incluso, tan acertada fue la compra de dichas plantas que en 10 años la inversión se va a recuperar y lo mejor, se garantiza a los mexicanos precios justos y el desarrollo del sector eléctrico.
Sin duda, un movimiento en el tablero de ajedrez que, a pesar de las críticas y malos augurios de los conservadores, esta acción ya es catalogada como la nueva nacionalización de la electricidad y una característica de la transformación del país. Aunado a ello, el actual gobierno de la 4T sigue fortaleciendo el sector eléctrico con la construcción de 2 nuevas plantas en Yucatán, estado en donde también se modernizan 12 hidroeléctricas.
Además de esta inversión, el gobierno federal contempla invertir en plantas solares en Sonora y en parques de generación de electricidad mediante energía eólica, acciones que, como se ha dicho, ponen freno al entreguismo del sector eléctrico y del que solo se beneficiaban las empresas extranjeras y sus socios de la derecha conservadora.