La Comisión Federal de Electricidad (CFE)anunció las fechas de entrada de operación de las nuevas plantas eléctricas que surtirán de energía a toda la Península: la Mérida IV -con 499 megavatios- iniciará el uno de noviembre de 2024, y la de Valladolid, con una potencia mayor -mil 32 megavatios- arrancará el tres de enero de 2025.
Es la primera vez, desde que se anunciaron ambas plantas de ciclo combinado, que la paraestatal ofrece fechas "definitivas" para poner en marcha ambas centrales de ciclo combinado, que prácticamente duplicarán la generación de energía en la región.
En su cuenta de Twitter, la CFE anunció que el próximo uno de noviembre se tiene programado el inicio de la operación comercial la central de ciclo combinado que se construye en la capital yucateca, denominada Mérida IV, y que tendrá una capacidad de 499 megawatts (MW).
En tanto que la central de ciclo combinado Riviera Maya, que se construye en Valladolid, con capacidad de producir mil 20 MW, tiene fecha programada de operación comercial el 3 de enero de 2025.
El proyecto conocido como Mérida IV requiere un consumo de agua de 25.5 m3/h, que será suministrado a través de pozos profundos que se acondicionan en el predio, ubicado a 22 kilómetros al Sureste de la ciudad, a 36 kilómetros del aeropuerto, teniendo acceso por la carretera Mérida Valladolid y posteriormente por la vía Teya-Peto.
En la justificación de la obra se especifica que es previsible un incremento importante en la demanda de energía eléctrica, situación que se consigna en el Programa de Ampliación y Modernización de la Red Nacional de Transmisión y Redes Generales de Distribución del Mercado Eléctrico Mayorista, según el cual "para 2025 es imprescindible que antes de mayo de ese año se tenga en operación una nueva red de transmisión hacia la Península, así como nuevas centrales".
"La capacidad adicional requerida por el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) a futuro se puede obtener considerando las tecnologías de generación disponibles de diversas maneras. La fórmula óptima es aquella que permite satisfacer la demanda prevista a costo mínimo, con el nivel de confiabilidad requerido, y cumpliendo además con los lineamientos de política energética nacional, así como la normativa ambiental", exponen en la MIA.
El presupuesto estimado para la planta Mérida IV asciende a 450 millones de dólares, mientras que la generadora que se desarrollará en Valladolid tendría un costo de 770 millones de dólares.
Ambas instalaciones garantizarán la generación de energía que requiere Yucatán para los próximos 25 años, así como reducir las tarifas eléctricas y el impacto ambiental, pues funcionarán con gas natural, que tiene menor impacto en el calentamiento global.
Durante sexenios el Sureste mexicano careció de planeación en materia eléctrica, que derivó en un déficit de energía para satisfacer el consumo para la población, industrias y comercios, lo que afectó el desarrollo económico de la región.
Para impulsar su crecimiento, el Gobierno Federal y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) están desarrollando y construyen estos proyectos para incrementar la generación de electricidad y el suministro de gas natural en la Península de Yucatán.
Una central de ciclo combinado funciona con dos turbinas. La primera se mueve con gas natural y la segunda con el vapor de agua que genera la primera, así se genera la electricidad.
Entre las principales características de estas centrales se encuentran: Eficiencia: su costo de generación es menor y su rendimiento superior, además que es amigable con el medio ambiente al emitir menos emisiones contaminantes como el dióxido de carbono (CO2), óxido de nitrógeno (NOx) y dióxido de azufre (SO2) al utilizar gas natural, un combustible limpio.
Con el apoyo de sus brazos comercializadores, CFEnergía y CFE Internacional, esta empresa pública de carácter social, garantizará el suministro confiable y accesible de gas natural (mezcla de gases compuesto principalmente por metano entre 75 por ciento al 95 por ciento y etano, propano, butano, nitrógeno, dióxido de carbono, entre otros). El gas natural, al igual que los combustibles fósiles, se ha formado durante millones de años por la descomposición de materia animal o vegetal.
Para transportarlo están los gasoductos (tuberías de acero bajo tierra por donde circula el gas a alta presión, que inician en un yacimiento o planta regasificadora), que serán ampliados en alianzas estratégicas con empresas privadas extranjeras para llevarlo de Texas a la Península de Yucatán.
Con estos proyectos que suman una inversión histórica de más de mil 700 mdd, la CFE transitará hacia el uso del gas natural en toda la generación eléctrica de la región, duplicará la disponibilidad de gas natural, reducirá las emisiones de dióxido de carbono en 27 por ciento y se logarán ahorros estimados por 2 mil 937 millones de dólares en 30 años por la sustitución de combustibles. Así como 1,519 MW más de generación eléctrica a menor costo y la creación de 3 mil 100 empleos en la Península de Yucatán.