"Este es un problema que excede la generación", explicó el analista del sector, Gonzalo Monroy en diálogo con LPO tras las alertas que generó el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) ante los picos de demanda eléctrica, debido a la onda de calor que atraviesa al país.
Se trata de una tormenta perfecta que vuelve a poner a la política eléctrica de Manuel Bartlett bajo las críticas del sector.
Este martes, Cenace reportó un pico en la demanda eléctrica en casi 53 mil MW, que es 9% más que la demanda máxima registrada durante todo el año pasado, lo que activó un Estado Operativo de Alerta y se registraron apagones en ciudades como Monterrey, CIudad de México y Quinta Roo, para administrar la demanda.
Esta situación levantó cuestionamientos sobre el abasto eléctrico, por lo que el gobierno buscó mandar un mensaje de tranquilidad. Esta mañana de jueves, el presidente López Obrador insistió en que el país no sufrirá de apagones. "Sabemos que aún con el calor, más consumo de energía eléctrica, tenemos reservas", dijo, animándose a dedicar la canción de grupo Firme, ya supérame', para quienes han lanzado críticas a CFE.
Más tarde, Cenace lanzó un comunicado asegurando que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) tiene garantizado el abasto para la demanda en el país y por tanto, "no hay riesgo alguno ni emergencia en el sistema eléctrico (...) pues hay reserva suficiente para abastecer el consumo del país".
Pero Monroy señala que la problemática está realidad concentrada en la falta de infraestructura para transmisión y distribución eléctrica: "La visión de Manuel Barlett es pelear su participación en generación, descuidando la transmisión y distribución", criticó.
Para ilustrarlo detalló que la demanda está creciendo en promedio 2.5% anual; y en contraparte la generación eléctrica solo ha crecido 1% en el sexenio, que es menos de la mitad y la transmisión 0.2%.
En ese contexto, el país sigue enfrentando disparidad en materia eléctrica: por ejemplo, mientras en Oaxaca y Chiapas se cuenta con importantes plantas eólicas e hidroeléctricas; en Yucatán existe un déficit de energía. En el norte, Baja California sufre también tensiones eléctricas.
Aunque el gobierno ha minimizado la problemática, asegurando que el asunto está bajo control, Monroy señala que por los apagones registrados esta semana puede haber consecuencias serias, por ejemplo, cortes de agua. Una problemática que ya denunció la paraestatal de Agua y Drenaje de Monterrey, que notificó problemas eléctricos en sus sistemas de bombeo, por lo que varias de esas colonias también al sur de Mty tuvieron días sin agua.
Pero más allá del fenómeno actual, Monroy señala que el descuido en el sistema de transmisión y distribución prende alertas en el mediano y largo plazo, sobre todo ante los efectos del cambio climático que se prevé siga enfrentando el planeta. En ese sentido, reiteró que aunque CFE tiene la posibilidad de mejorar esta interconexión, no lo ha querido hacer "como parte de una política hostil para el sector privado".
Los señalamientos sobre la transmisión energética no son nuevos, de hecho, se plantea constantemente como una preocupación en el sector empresarial de cara a la llegada de nuevas inversiones en el marco del nearshoring.
El problema que acusan desde el sector empresarial es que las líneas de transmisión están a decenas de kilómetros de distancia para llevar la energía del punto donde se está generando al parque o desarrollador y si bien las empresas podrían realizar la inversión para generar esa infraestructura, disgusta que tendrían que cederla a la CFE para poder recibir el servicio eléctrico.