En paralelo, se realizó el anuncio de una inversión por 5 mil millones de dólares, en los próximos 5 años, por parte de Amazon, para una Región de Infraestructura en México.
Se trata de dos operaciones que reflejan las dos caras del actual clima de negocios que priva en México.
Ayer se habría realizado el pago que acordaron MIP e Iberdrola, operación condicionada por la Comisión Antimonopolios a que se opere y administre de manera independiente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Por una parte, la operación de compra de Iberdrola, representa la historia de una empresa extranjera que fue presionada por el gobierno mexicano hasta que logró comprarla y anunciarla bajo el concepto de nacionalización, aunque únicamente se trató de una operación de compra-venta.
La compra, por parte del gobierno, está inscrita en su intención de fortalecer y darle prioridad, sobre las empresas privadas a la CFE.
Este propósito, sin embargo, podría no concretarse, por el condicionamiento impuesto por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
Al final de cuentas tendrá que ser considerada como una desinversión por parte de una de las empresas de energía más importantes del mundo, aunque mantiene operaciones en territorio nacional, con activos orientados a las energías limpias.
Por otra parte, el gigante del comercio electrónico Amazon anunció que invertirá 5 mil millones de dólares (alrededor de 85 mil millones de pesos), en los próximos tres lustros, específicamente en Querétaro.
Tal monto de inversión, hay que destacarlo, es apenas un anuncio de inversión. Habrá que ver cómo se va realizando, en el tiempo proyectado. De cualquier forma, es un anuncio muy positivo para el país y refleja el enorme atractivo que tiene para las inversiones internacionales, más allá de los ciclos gubernamentales.
México será una más de las 33 regiones que tiene la compañía en 105 zonas geográficas del mundo.
A partir del 2015, año en el que Amazon llegó a México, ha invertido más de 52 mil millones de pesos.
Con su arribo, detonó la competencia en la industria del retail y ahora con el impulso a la nube impulsará a las startups, emprendedores, empresas y organizaciones gubernamentales.
La selección del estado de Querétaro por parte de Amazon deja claro que esa entidad ha logrado diferenciarse por su desarrollo, apertura a la inversión internacional y estabilidad.
El fin de semana se registró otra operación de compra por parte del gobierno mexicano a la empresa internacional Mitsubishi.
La secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, anunció la adquisición del 49% de la empresa Exportadora de Sal, la séptima mayor exportadora de sal en el mundo, la compañía extranjera, por un monto de mil 500 millones de pesos a través del Fideicomiso Fondo Minero (75%) y del Servicio Geológico Mexicano (25%).
Y otra vez el gobierno mexicano la anuncia bajo el concepto de nacionalización, aunque sólo se trató de una transacción comercial. Además clasificó a la nueva adquisición, como una paraestatal.
Las operaciones de compra por parte del gobierno lopezobradorista se vienen acumulando, bajo distintos argumentos.
Compró a Altán Redes para ofrecer internet público a poblaciones alejadas. A la fecha, poco se sabe tanto de su operación como de sus resultados financieros.
También adquirió Deer Park, que ha sido presumida como una operación muy exitosa.
El 9 de febrero pasado el gobierno mexicano anunció la expropiación de una planta de hidrógeno operada por la empresa francesa Air Liquide en la refinería de Tula, en un intento argumentó, por reducir los costos de Pemex.
A las operaciones de compra (expropiaciones o nacionalizaciones) como le gusta denominarlas al gobierno lopezobradorista, habría que agregar la larga lista de empresas constituídas por el régimen que van desde la megafarmacia, la distribuidora de medicamentos, la distribuidora de gas, el consorcio aeroportuario y ferroviario, la aerolínea Mexicana de Aviación, entre otras.
Se observa una creciente política estatista y una marcada intención por fortalecer a las empresas de energía: Pemex y CFE.
Y a pesar de todo, México es muy atractivo para las inversiones extranjeras (que siempre tienen horizontes de largo plazo) y enorme potencialidad, por el nearshoring. Así las cosas.