"Estamos trabajando con la SHCP en un régimen fiscal que contribuya a las finanzas públicas, pero que también reconozca el estado avanzado de madurez geológica y las particularidades operativas", dijo el funcionario durante una llamada con analistas financieros.
"Un régimen fiscal renovado nos permitirá aprovechar campos que en las condiciones actuales no resultan económicamente viables", afirmó.
Este régimen permitirá fortalecer a la empresa sin que deje de contribuir a las finanzas públicas, ni debilitar la seguridad energética, lo que le permitirá contar con un abanico de acciones que incluyen reducción de costos, aumento de ingresos, cancelación de subsidios, depuración de pasivos, refinanciamiento de deuda, focalización de inversiones y adaptación del régimen fiscal a la nueva realidad.
"Buscamos dotar a PEMEX de la flexibilidad financiera que le permita aumentar la inversión en actividades sustantivas, de tal forma que esto redunde en mayor productividad operativa y, por lo tanto, incida positivamente en los resultados de la empresa", destacó.
El plan para PEMEX incluye opciones para el manejo de pasivos sin excluir apoyos del gobierno federal, y se implementarán alternativas eficientes y competitivas que permitan continuar disminuyendo el saldo y el costo de la deuda, así como modificar el perfil de vencimientos hasta obtener una distribución más suave que reduzca presiones de caja por concentración de amortizaciones.