La extinción de estas filiales forma parte de un proceso iniciado en el sexenio de Enrique Peña Nieto, continuado durante la administración de López Obrador y ahora acelerado bajo Sheinbaum. La presidenta asegura que esta medida reducirá los gastos en una estructura compleja que incluye más de 40 empresas, muchas de las cuales carecen de oficinas o personal y operan en jurisdicciones que facilitan la elusión fiscal.
Pemex ha mantenido diversas filiales internacionales para la comercialización y optimización fiscal, pero la Auditoría Superior de la Federación ha cuestionado su transparencia desde 2004. La iniciativa de Sheinbaum busca reducir estas entidades a solo las estrictamente necesarias, y se espera que las nuevas leyes secundarias que regulen la operación de Pemex se presenten en 2024.
El objetivo final es simplificar la estructura de Pemex, integrando sus operaciones bajo principios de transparencia, autosuficiencia energética y gobernanza efectiva, en línea con los objetivos de austeridad republicana y rendición de cuentas del gobierno federal.