De las viviendas de interés social, con valor máximo de 158 mil 200 (UMAs) equivalentes actualmente a 660 mil 106 pesos, los datos evidencian un desplome de 60 por ciento en el periodo de referencia.
La Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) señaló a la cancelación de subsidios a los trabajadores de bajos ingresos para la compra de una casa de interés social como la principal causa de la caída en la construcción de vivienda. Alberto Moreno, presidente de la Canadevi, añadió que la falta de infraestructura hídrica y eléctrica también frenó proyectos de construcción.
"El desplome que sufrió en este sexenio la producción de vivienda económica es grave y es la principal razón que explica la caída total en la edificación en México.
"Al quitarles el apoyo (subsidio) que hasta el 2018 se les venía otorgando (a los trabajadores de más bajos ingresos) para que completaran para una casa, el Gobierno les cortó la posibilidad de tener un hogar y eso redujo la demanda y, por lo tanto, la producción de esas casas cayó de manera significativa.
"La construcción de otros tipos de vivienda ha mejorado, pero lo grueso de la edificación son las económicas".
La crisis que enfrenta la vivienda en el País fue gestada no obstante a que en noviembre del 2021 el Gobierno lanzó el Programa Nacional de Vivienda con una bolsa de 2 mil 300 millones de pesos.
Los objetivos fueron reducir el rezago habitacional en 2.2 millones de viviendas al 2024, de un nivel de 9.4 millones en el 2021; bajar el costo de los trámites en al menos 25 por ciento, y que el sector vivienda creciera 11 por ciento llegado el 2024.
"Lo que nos han dicho en la Sedatu es que esos recursos del Programa fueron para apoyar la autoconstrucción de la población de bajos recursos, pero no supimos bajo qué reglas ni cómo los repartían y se olvidaron de apoyar a la vivienda nueva y usada (financiada)", indicó Moreno.
"Además, faltó mucho la desregulación o simplificación de trámites tanto en municipios, estados y las dependencias federales como la Conagua y esos eran también parte de los objetivos centrales del Programa".
Para Nuevo León, el principal referente en vivienda en el País, el RUV arroja una caída de 40.5 por ciento, al pasar de casi 225 mil a 133 mil casas edificadas en el periodo de referencia.
Y en la vivienda económica el saldo fue de una baja de 56 por ciento.
Los números rojos en la edificación de casas en el sexenio de AMLO surgen en medio de una creciente demanda.
Sólo en el caso del Infonavit, el mayor dispersor de créditos hipotecarios, al cierre del año pasado registró una demanda potencial de 10.1 millones de derechohabientes, 50 por ciento más de los que tuvo en diciembre del 2018, último año completo del Gobierno anterior.
Desarrolladores de vivienda añadieron que el modelo de originación de créditos que implementó en este sexenio el Infonavit afectó el puntaje de muchos derechohabientes, lo que limitó su capacidad de préstamo y a la vez incidió en una menor demanda y, por ende, en la oferta de casas.
Agregaron que el encarecimiento que sufrieron las casas, debido al alza en los precios de los materiales para construcción, mermó aún más la capacidad de crédito.