Agregó que la visión de vivienda ha cambiado, pues no todas las personas tienen las mismas necesidades.
"Hace mucho pensábamos que la vivienda era vivir en el mundo de los Picapiedra; donde vivíamos núcleos de papá, mamá, dos bendiciones, un perro y dos coches. Ya no es así, las modalidades familiares pueden ser infinitas, igual que las modalidades de ocupación que generemos. Hay una gran oportunidad para vivienda nueva, pero hay que entender la vivienda nueva, dónde la van a hacer, cómo la van a hacer, para quién la van a hacer, cómo se va a financiar y cuál va a ser el destino final", expuso.
Realidades, expectativas y retos para la vivienda
Horacio Urbano indicó que actualmente existe un rezago de 8.4 millones de viviendas; mismo que, en mayor proporción, se refiere a acciones de mejoramiento. No obstante, el sector ha demostrado ser resiliente, maduro y capaz de atender la demanda.
"El verdadero reto no es limitarnos a resolver el rezago existente; porque, para cuando lo logremos, seguiremos quedando cortos. Sino reconocer el reto en horizontes de corto, mediano y largo plazo, y planear cómo resolver los retos futuros de las viviendas y ciudades mexicanas", señaló.
Y añadió que el reto en adelante será unificar la visión, objetivos, estrategias y capacidades para atender el rezago habitacional. Esto al trabajar con gobiernos locales para crear entornos propicios que permitan un mejor uso del suelo urbano, por la vía de la densificación y la verticalidad.
En este sentido, Urbano destacó la urgencia de condiciones que permitan que las ciudades se hagan más densas y crezcan hacia arriba; de ajustar la regulación urbana y garantizar el abasto de servicios públicos; así como de apoyos fiscales, acuerdos y certeza en el desarrollo de vivienda.
"Se trata de reconocer que el reto habitacional es una prioridad y nos compete a todos. Y todos juntos nos demos a la tarea de construir modelos que nos permitan construir las viviendas y ciudades que nos lleven al futuro que queremos", finalizó.