Las principales desarrolladoras de vivienda que reportan a la BMV vivieron un primer semestre del año en el cual lograron aumentar el precio promedio de venta de vivienda, lo cual impulsó el aumento en sus ingresos, incluso en un mayor ritmo que la misma escrituración de unidades.
En total, las principales vivienderas que reportan a la BMV Javer, Ruba, Consorcio ARA, Vinte y CADU lograron la escrituración de 17,104 viviendas durante el primer semestre del 2023, es decir, una caída mínima de 0.37% respecto al mismo periodo del 2022.
En materia de ingresos por la escrituración de viviendas, estas firmas sumaron un total de 17,482 millones de pesos, es decir, un aumento anual 8.35 por ciento.
Un factor común dentro de estas firmas vivienderas, es que durante el primer semestre del año lograron un aumento en el precio de venta promedio, lo que significa que la vivienda media y residencial tuvo un mayor peso en sus ventas respecto al segmento social.
Por ejemplo, Javer ubicó en la primera parte del 2023 el valor promedio de venta en 704,000 pesos, es decir un crecimiento de 11.30% respecto al mismo periodo del 2022.
En el caso de Consorcio Ara, dicho valor promedio fue de 1 millón 187,000 pesos, es decir 13.10% respecto al primer semestre del año pasado; Vinte ubicó su valor promedio en 1 millón 119,000 pesos, un crecimiento de 8.04% respecto a hace un año, mientras que Cadu registró el valor promedio de venta en 958,000 pesos, 0.40% más que hace un año.
Pese a entorno, crecen
La edificación de vivienda nueva posiblemente vive uno de sus peores momentos en muchos años. De acuerdo con datos del Registro Único de Vivienda (RUV), durante el primer semestre del año se registraron 60,822 viviendas en producción, es decir, una caída de 9% respecto al mismo periodo del 2022.
Para Sergio Leal Aguirre, presidente ejecutivo de Vinte, si bien el contexto no favorece la edificación de vivienda nueva en el país, la oferta de créditos hipotecarios de distintos jugadores, la pausa en el aumento de las tasas de interés y un dinamismo en la confianza del consumidor contribuyen a que la demanda habitacional sea constante.
"La confianza del consumidor en niveles cercanos al máximo histórico y el constante crecimiento en el empleo formal, impulsado por una población joven, contribuyen a un aumento en la demanda de viviendas y al fortalecimiento del mercado inmobiliario", declaró Leal Aguirre.
Germán Ahumada Russek, presidente del consejo de Administración de Consorcio ARA, explicó que pese al contexto de la industria viviendera en México, la demanda habitacional se mantiene constante, con una oferta del crédito hipotecario dinámica y ya en un escenario donde la inflación se ha desacelerado y la tasa de interés se ha mantenido sin cambios desde marzo pasado.
"Para el segundo semestre seguiremos invirtiendo estratégicamente en los proyectos actuales y en las aperturas que anunciamos a principios de año, lo que nos permite estimar que los ingresos del segundo semestre serán superiores a los del primer semestre", declaró Ahumada Russek.
Nearshoring y turismo dan confianza, pero... Para las vivienderas, hay confianza en el corto y mediano plazo debido al entusiasmo que han provocado factores como el nearshoring y la reactivación del turismo en algunas zonas.
"Tenemos dos proyectos en Nuevo León, el estado con el mayor incremento de naves industriales debido al nearshoring, y en Quintana Roo, donde presenciamos un crecimiento significativo en el sector turístico", explicó el directivo de Vinte.
Pedro Vaca, presidente del Consejo de Administración de CADU, las oportunidades del nearshoring para la desarrolladora se han detonado en mercados donde la firma ya tiene presencia y sólo tienen que replantear sus escenarios para obtener los beneficios de este efecto.
"Tenemos proyectos en Guadalajara, tenemos tres proyectos... también tenemos una gran oportunidad en Querétaro para el desarrollo que estamos concibiendo allá", destacó Vaca.
Pese a este contexto, algunos directivos coincidieron en que el gran reto de la industria es reimpulsar la vivienda social, que es donde se concentra la mayor parte de la demanda habitacional en el país y donde si bien, existen los vehículos financieros para su desplazamiento, no los incentivos para su reactivación.
"Creemos que los principales retos de la industria siguen siendo la oferta en el segmento de interés social y la contracción de la demanda en los segmentos de vivienda media y residencial, principalmente por los efectos de la inflación y las altas tasas de interés sobre los precios de las viviendas", declaró Jesús Sandoval, director general de Ruba.
"En estos seis años se dejó mucho la vivienda (con un valor) por debajo de los 700,000 pesos, toda esa vivienda no se desarrolló y no se ha desarrollado porque la gente no tiene una oferta formal, porque sino hay un subsidio tanto en la tasa como directo, realmente a la gente no le alcanza el dinero (para su compra)", expresó el directivo de Vinte.