La vivienda es una edificación cuya principal función es ofrecer refugio y habitación a las personas, protegiéndolas de las inclemencias climáticas y de otras amenazas.
No obstante, en los últimos años, el tema de adquirir vivienda en México se ha convertido en un imposible para las nuevas generaciones, puesto que los sueldos y créditos, no son lo suficiente para adquirir una.
Según datos de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), el precio de las viviendas a comparación del 2005, ha incrementado un 98 por ciento, no obstante, los sueldos no han repuntado más del 30 por ciento, con excepción de algunos sectores en crecimiento.
Este problema no sucede sólo en México. El aumento de precios de la vivienda es una tendencia global que ha sido fuertemente explicada por el proceso llamado financiarización de la vivienda. Éste implica que, más allá del objetivo básico que tiene de satisfacer una necesidad humana, la vivienda se convierte en una forma de inversión.
Concretamente las nuevas generaciones se ven imposibilitadas para adquirir una vivienda y es que hay que recordar que en Durango el sueldo promedio es de 10 mil 815 pesos, por lo que adquirir un espacio propio deriva en otorgar una parte importante de los ingresos mensuales.