El problema se agrava: además de haber insuficiente producción de casas, departamentos (ni para rentar), los que hay, no alcanza para comprarlos.
Y ¿por qué pasa esto?
Ya hemos platicado que la falta de construcción tiene varias causas: no hay tierra apta para construir, ni buena, ni bonita, ni barata; no hay tierra con precio accesible y con infraestructura para que se pueda edificar vivienda, y menos vivienda económica.
Además, la tramitología, permisología, etc. Que es muy numerosa, cara y que sigue prestándose a la corrupción. Este es un factor determinante en el encarecimiento del precio final para el comprador. No hay distingo de partidos políticos: en 90% de las entidades y municipios hay corrupción.
Entonces lo que ya construyeron los desarrolladores no responde a las necesidades de la población ni a sus posibilidades económicas.
Así, que están ofreciendo vivienda de 3 millones por ejemplo en la Ciudad de México, cuando los potenciales compradores, afiliados al Infonavit, Fovissste o solicitantes de créditos a la banca pueden obtener un crédito apenas de la mitad y no cuentan con ahorros para pagar la diferencia.
POR CIERTO
Y las nuevas generaciones como los famosos millenials, y no se diga los más jóvenes que están ingresando al mercado laboral: la generación "Z", optan por vivir cerca de comunicación, de vialidades, cerca del trabajo y de amenidades como el gimnasio, o entretenimiento.
Para ellos la oferta de departamentos de 40 a 50 metros,está bien. Sacrifican espacio interior por los ammenities: la buena ubicación, gimnasio, coworking o espacio para trabajar, y vialidades para transportarse y llegar con facilidad a otros destinos.
Y hasta ahorita parece que hay pocas empresas que estén detectando este mercado y construyan para ellos. Hay ejemplos, contados, en la Ciudad de México y muy cercanos al Ángel de la Independencia en Reforma de este tipo, como ejemplo.
Pero en realidad hace falta que los empresarios se apliquen y realicen estudios de mercado que los pongan en la jugada porque parece que están moviéndose las cosas, las nuevas fórmulas tan rápido que no les da tiempo de generar las estrategias adecuadas y si se quedan con los esquemas tradicionales quedarán fuera del mercado en breve.
Ya antes les escribimos de desarrolladoras que están comprando o formando sus propias plataformas tecnológicas inmobiliarias, las llamadas Proptech, y que también están haciendo alianzas con Fintech y Sofomes, entidades financieras distintas a los bancos para lograr otro financiamiento no sólo para construir, sino para dar crédito a sus compradores.
Y esto para muchos resultó novedoso; pero en general van retrasados. Y es recomendable que "se pongan las pilas"&